Joseph Conrad
Amy Foster
Alba

Páginas: 96
Formato: 12,5 x 18 cm.
Peso: 0.11 kgs.
ISBN: 9788484286219

En 1896, Joseph Conrad, recién casado, enfermó de pronto y cayó en un coma febril. Empezó a delirar en polaco y no reconocía a su mujer, que, inquieta y asustada, apenas le reconocía ya a él. Este episodio sería recreado años después en las páginas de Amy Foster, publicado primeramente en el semanario Illustrated London News en diciembre de 1901. Como ha sugerido Edward Said, es difícil leerlo «sin pensar que Conrad debió temer morir solo, sin consuelo, desvariando en una lengua que nadie podía entender». Esta peculiar historia de un naufragio se desarrolla no en una isla desierta o en una tierra de salvajes, sino en las civilizadas costas de Inglaterra, donde sin embargo el naúfrago es recibido con una tremenda hostilidad y debe padecer los más tristes efectos del «miedo a lo incomprensible», que troca incluso el amor en desolación. En 1997 fue adaptada al cine con el título de El hombre que vino del mar. Joseph Conrad Józef Teodor Konrad Korzeniowski, Joseph Conrad para el mundo de las letras, nació en Berdiczew (Ucrania) en 1857, bajo el imperio zarista. Sus padres, de la pequeña nobleza rural polaca, murieron cuando era niño, en el exilio impuesto por sus actividades antirrusas, y él quedó bajo la tutela de su tío Tadeusz Bobrowski. En 1874 cedió éste al «quijotesco» anhelo de su sobrino de hacerse a la mar y le envió a Marsella, donde el joven sirvió en la marina mercante francesa (a veces embarcando mercancías clandestinas para los círculos legitimistas) antes de unirse a un buque británico en 1878 como aprendiz. En 1886 obtuvo la nacionalidad británica y la licencia de patrón de la marina mercante de ese país. Ocho años después, abandonó la vida del mar por la vida de las letras: su primera novela, La locura de Almayer, se publicó en 1895,y un año después se casaba y establecía en Kent, donde en quince años escribió -en inglés, su tercera lengua- relatos y novelas que pronto se convertirían en clásicos, como Lord Jim (1900), Juventud (1902), El corazón de las tinieblas (1902), El agente secreto (1907), Entre tierra y mar (1912; ALBA CLÁSICA núm. LXXIII), Victoria (1915), La línea de sombra (1917) y La flecha de oro (1919; ALBA CLÁSICA núm. LXXIX). En 1912 apareció su peculiar volumen de memorias, Crónica personal (ALBA CLÁSICA núm. XXII). Conrad murió en Bishopsbourne (Kent) en 1924.

Amy Foster

$13.900,00
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ISBN: 9788484286219

En 1896, Joseph Conrad, recién casado, enfermó de pronto y cayó en un coma febril. Empezó a delirar en polaco y no reconocía a su mujer, que, inquieta y asustada, apenas le reconocía ya a él. Este episodio sería recreado años después en las páginas de Amy Foster, publicado primeramente en el semanario Illustrated London News en diciembre de 1901. Como ha sugerido Edward Said, es difícil leerlo «sin pensar que Conrad debió temer morir solo, sin consuelo, desvariando en una lengua que nadie podía entender». Esta peculiar historia de un naufragio se desarrolla no en una isla desierta o en una tierra de salvajes, sino en las civilizadas costas de Inglaterra, donde sin embargo el naúfrago es recibido con una tremenda hostilidad y debe padecer los más tristes efectos del «miedo a lo incomprensible», que troca incluso el amor en desolación. En 1997 fue adaptada al cine con el título de El hombre que vino del mar. Joseph Conrad Józef Teodor Konrad Korzeniowski, Joseph Conrad para el mundo de las letras, nació en Berdiczew (Ucrania) en 1857, bajo el imperio zarista. Sus padres, de la pequeña nobleza rural polaca, murieron cuando era niño, en el exilio impuesto por sus actividades antirrusas, y él quedó bajo la tutela de su tío Tadeusz Bobrowski. En 1874 cedió éste al «quijotesco» anhelo de su sobrino de hacerse a la mar y le envió a Marsella, donde el joven sirvió en la marina mercante francesa (a veces embarcando mercancías clandestinas para los círculos legitimistas) antes de unirse a un buque británico en 1878 como aprendiz. En 1886 obtuvo la nacionalidad británica y la licencia de patrón de la marina mercante de ese país. Ocho años después, abandonó la vida del mar por la vida de las letras: su primera novela, La locura de Almayer, se publicó en 1895,y un año después se casaba y establecía en Kent, donde en quince años escribió -en inglés, su tercera lengua- relatos y novelas que pronto se convertirían en clásicos, como Lord Jim (1900), Juventud (1902), El corazón de las tinieblas (1902), El agente secreto (1907), Entre tierra y mar (1912; ALBA CLÁSICA núm. LXXIII), Victoria (1915), La línea de sombra (1917) y La flecha de oro (1919; ALBA CLÁSICA núm. LXXIX). En 1912 apareció su peculiar volumen de memorias, Crónica personal (ALBA CLÁSICA núm. XXII). Conrad murió en Bishopsbourne (Kent) en 1924.