Emil Cioran
BREVIARIO PASIONAL
HERMIDA

Páginas:
Formato: 110x170
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9788412455434

Compuesto en París, entre 1940 y 1945, Îndreptar pátimas (Breviario pasional) no vería la luz en su lengua nativa hasta 1991, dándose a conocer poco después en Francia bajo el título de Bréviaire des vaincus (Breviario de los vencidos). Veinte años más tarde, en 2011, la editorial rumana Humanitas daba a la imprenta un manuscrito que, inmerso en los fondos de la Biblioteca Literaria Jacques Doucet, e insospechado hasta el momento, venía a restituir así la porción velada de una obra que hasta entonces se creía entera. Del período de su redacción destacaría Cioran: «Una única cosa positiva: había alcanzado en París, durante la guerra, un conocimiento del rumano que me asombra. Leía la Biblia (en nuestro idioma, por supuesto) todos los días. Recuerdo que iba a la iglesia de la calle Jean-de-Beauvais (yo vivía al lado) a buscar libros religiosos. Así remonté a las fuentes de la lengua» (París, 20 de octubre de 1963).

BREVIARIO PASIONAL

$30.515,20
BREVIARIO PASIONAL $30.515,20
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Emil Cioran
BREVIARIO PASIONAL
HERMIDA

Páginas:
Formato: 110x170
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9788412455434

Compuesto en París, entre 1940 y 1945, Îndreptar pátimas (Breviario pasional) no vería la luz en su lengua nativa hasta 1991, dándose a conocer poco después en Francia bajo el título de Bréviaire des vaincus (Breviario de los vencidos). Veinte años más tarde, en 2011, la editorial rumana Humanitas daba a la imprenta un manuscrito que, inmerso en los fondos de la Biblioteca Literaria Jacques Doucet, e insospechado hasta el momento, venía a restituir así la porción velada de una obra que hasta entonces se creía entera. Del período de su redacción destacaría Cioran: «Una única cosa positiva: había alcanzado en París, durante la guerra, un conocimiento del rumano que me asombra. Leía la Biblia (en nuestro idioma, por supuesto) todos los días. Recuerdo que iba a la iglesia de la calle Jean-de-Beauvais (yo vivía al lado) a buscar libros religiosos. Así remonté a las fuentes de la lengua» (París, 20 de octubre de 1963).