Lucas González
Campo de rosas
Limbo

Páginas: 102
Formato:
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9786319022698

"Me preguntó si se le veían los huesos. Contesté que ella tenía la ropa puesta, que no podía saberlo. Después me preguntó si había sido yo quien la había mordido. Contesté que no. Después me preguntó si fue un animal. Dije que sí. Aunque yo mismo no estaba muy seguro. Porque cuando Dolores abrió la puerta y cayó, apenas atravesado el umbral, y vi la sangre, y le pregunté qué mierda le había pasado, lo que me contestó, con voz de hoja seca, fue esto: -Me mordió un tigre." La tarde bestial de un niño y una niña con su abuelo frente al televisor; un avistador de aves en un bosque lindante a una comunidad japonesa obsesionado con un grupo de chicos que se transparentan en la maleza como figuras religiosas; la historia de una travesti que cuida el estanque de una cocodrilo de cien años moribunda; la convivencia de una muchacha con su abuela en un barrio que ignora permanentemente los límites de la intimidad. Relatos de este tipo componen una colección de cuentos en los que lo salvaje y lo humano se esfuman en el deambular somnoliento de sus personajes por paisajes serenos e imposibles.

Campo de rosas

$7.500,00
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"Me preguntó si se le veían los huesos. Contesté que ella tenía la ropa puesta, que no podía saberlo. Después me preguntó si había sido yo quien la había mordido. Contesté que no. Después me preguntó si fue un animal. Dije que sí. Aunque yo mismo no estaba muy seguro. Porque cuando Dolores abrió la puerta y cayó, apenas atravesado el umbral, y vi la sangre, y le pregunté qué mierda le había pasado, lo que me contestó, con voz de hoja seca, fue esto: -Me mordió un tigre." La tarde bestial de un niño y una niña con su abuelo frente al televisor; un avistador de aves en un bosque lindante a una comunidad japonesa obsesionado con un grupo de chicos que se transparentan en la maleza como figuras religiosas; la historia de una travesti que cuida el estanque de una cocodrilo de cien años moribunda; la convivencia de una muchacha con su abuela en un barrio que ignora permanentemente los límites de la intimidad. Relatos de este tipo componen una colección de cuentos en los que lo salvaje y lo humano se esfuman en el deambular somnoliento de sus personajes por paisajes serenos e imposibles.