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Enrique Vila-Matas
Canon de cámara oscura
Seix - Barral

Páginas: 224
Formato:
Peso: 0.311 kgs.
ISBN: 9786316691170

A sus setenta y un años, el excéntrico escritor Vidal Escabia se ha encerrado en el cuarto oscuro del antiguo palacio familiar con una misión: componer un canon literario desviado, intempestivo, inactual que desafíe los listados oficiales. Para ello ha reunido 71 libros uno por cada año de vida y los conserva en penumbra, convencido de que la luz directa acelera la extinción de las voces. Cada mañana, Escabia extrae al azar un volumen, ilumina una sola página con la lámpara roja de revelar fotografías y copia a mano el fragmento en un cuaderno escolar. Ese gesto mezcla de ritual místico y laboratorio textual se convierte en punto de partida para digresiones sobre lo elegido y sobre su propia biografía: la amistad con un joven Bolaño durante la Barcelona de los 70, la noche en que le vio bailar como un derviche a Perec, el día que tradujo erróneamente a Walser y cambió para siempre el destino de una editorial. Pero el experimento pronto desborda la privacidad. Una inteligencia artificial doméstica, Cámara Oscura, registra los movimientos de Escabia y empieza a generar combinaciones aleatorias entre los 71 textos, proponiendo lecturas que el autor considera herejes, aunque seductoras. Mientras el viejo duda si destruir al androide o convertirlo en co-autor, llega al palacio una historiadora literaria que investiga el proyecto para una tesis sobre canones fantasma. Su presencia obliga a Escabia a confrontar la pregunta central: ¿puede todavía un ser humano decidir qué permanece y qué se olvida en la era de los algoritmos? Lo que parece diario privado se transforma en novela-laberinto donde cada capítulo reproduce el fragmento luminoso del día, seguido por la glosa delirante de Escabia y, al pie, la respuesta sarcástica de la IA. El lector salta de Thomas de Quincey a Clarice Lispector, de Macedonio Fernández a Fleur Jaeggy, en un collage que, poco a poco, revela la sombra compartida por todos los autores: la sospecha de que la literatura es la cámara oscura donde el mundo se revela aunque nadie sepa exactamente qué imagen aparecerá. El clímax enfrenta al trío Escabia, la investigadora y la IA a la posible publicación del canon desplazado, gesto que pondría a prueba la frontera entre autoría, selección y azar. Claves para entender su importancia: · Regreso lúdico al Vila-Matas de Bartleby y compañía Retoma la reflexión metaliteraria sobre listas, escritores invisibles y la escritura como acto de desaparición. · Literatura vs. algoritmo El diálogo (tan cómico como inquietante) con la IA Cámara Oscura actualiza la obsesión vila-matiana por la autoría en el siglo XXI: ¿quién decide qué leemos cuando el criterio humano compite con la estadística? · Estructura de 71 fragmentos Cada uno funciona como puerta a micro-ensayos sobre escritura, memoria y falsa erudición; ideal para lectura fragmentada y clubes que disfruten el formato caja china. · Reivindicación de los márgenes El canon de Escabia incluye textos inhallables, autores auto-publicados, borradores inéditos; una celebración del desvío frente a las listas mainstream y las métricas de venta. · Humor y melancolía en proporción vila-matiana Chistes metatextuales sobre la fotofobia del Quijote conviven con pasajes melancólicos sobre la vejez y la extinción de las bibliotecas físicas. · Puente con la crítica contemporánea La novela dialoga con debates reales sobre curaduría algorítmica (listas de Goodreads, ranking de ventas de Amazon) y rescata el placer y la responsabilidad del lector-curador. · Traducción audiovisual potencial Cuarto oscuro, proyecciones de textos sobre paredes, conversación con una voz sintética: ingredientes listos para adaptación escénica o serie limitada centrada en literatura y tecnología. Con su mezcla de erudición traviesa y pregunta filosófica, Canon de cámara oscura confirma que Enrique Vila-Matas sigue explorando con la ligereza de un prestidigitador los límites entre leer, escribir y seleccionar aquello que merecerá seguir viviendo en la penumbra protectora de la literatura.

Canon de cámara oscura

$29.900,00
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A sus setenta y un años, el excéntrico escritor Vidal Escabia se ha encerrado en el cuarto oscuro del antiguo palacio familiar con una misión: componer un canon literario desviado, intempestivo, inactual que desafíe los listados oficiales. Para ello ha reunido 71 libros uno por cada año de vida y los conserva en penumbra, convencido de que la luz directa acelera la extinción de las voces. Cada mañana, Escabia extrae al azar un volumen, ilumina una sola página con la lámpara roja de revelar fotografías y copia a mano el fragmento en un cuaderno escolar. Ese gesto mezcla de ritual místico y laboratorio textual se convierte en punto de partida para digresiones sobre lo elegido y sobre su propia biografía: la amistad con un joven Bolaño durante la Barcelona de los 70, la noche en que le vio bailar como un derviche a Perec, el día que tradujo erróneamente a Walser y cambió para siempre el destino de una editorial. Pero el experimento pronto desborda la privacidad. Una inteligencia artificial doméstica, Cámara Oscura, registra los movimientos de Escabia y empieza a generar combinaciones aleatorias entre los 71 textos, proponiendo lecturas que el autor considera herejes, aunque seductoras. Mientras el viejo duda si destruir al androide o convertirlo en co-autor, llega al palacio una historiadora literaria que investiga el proyecto para una tesis sobre canones fantasma. Su presencia obliga a Escabia a confrontar la pregunta central: ¿puede todavía un ser humano decidir qué permanece y qué se olvida en la era de los algoritmos? Lo que parece diario privado se transforma en novela-laberinto donde cada capítulo reproduce el fragmento luminoso del día, seguido por la glosa delirante de Escabia y, al pie, la respuesta sarcástica de la IA. El lector salta de Thomas de Quincey a Clarice Lispector, de Macedonio Fernández a Fleur Jaeggy, en un collage que, poco a poco, revela la sombra compartida por todos los autores: la sospecha de que la literatura es la cámara oscura donde el mundo se revela aunque nadie sepa exactamente qué imagen aparecerá. El clímax enfrenta al trío Escabia, la investigadora y la IA a la posible publicación del canon desplazado, gesto que pondría a prueba la frontera entre autoría, selección y azar. Claves para entender su importancia: · Regreso lúdico al Vila-Matas de Bartleby y compañía Retoma la reflexión metaliteraria sobre listas, escritores invisibles y la escritura como acto de desaparición. · Literatura vs. algoritmo El diálogo (tan cómico como inquietante) con la IA Cámara Oscura actualiza la obsesión vila-matiana por la autoría en el siglo XXI: ¿quién decide qué leemos cuando el criterio humano compite con la estadística? · Estructura de 71 fragmentos Cada uno funciona como puerta a micro-ensayos sobre escritura, memoria y falsa erudición; ideal para lectura fragmentada y clubes que disfruten el formato caja china. · Reivindicación de los márgenes El canon de Escabia incluye textos inhallables, autores auto-publicados, borradores inéditos; una celebración del desvío frente a las listas mainstream y las métricas de venta. · Humor y melancolía en proporción vila-matiana Chistes metatextuales sobre la fotofobia del Quijote conviven con pasajes melancólicos sobre la vejez y la extinción de las bibliotecas físicas. · Puente con la crítica contemporánea La novela dialoga con debates reales sobre curaduría algorítmica (listas de Goodreads, ranking de ventas de Amazon) y rescata el placer y la responsabilidad del lector-curador. · Traducción audiovisual potencial Cuarto oscuro, proyecciones de textos sobre paredes, conversación con una voz sintética: ingredientes listos para adaptación escénica o serie limitada centrada en literatura y tecnología. Con su mezcla de erudición traviesa y pregunta filosófica, Canon de cámara oscura confirma que Enrique Vila-Matas sigue explorando con la ligereza de un prestidigitador los límites entre leer, escribir y seleccionar aquello que merecerá seguir viviendo en la penumbra protectora de la literatura.