Qiu Miaojin
Cartas póstumas desde Montmartre
Gallo Nero Ediciones, S.L.

Páginas:
Formato:
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9788416529650

Cuando la novelista taiwanesa Qiu Miaojin se suicidó en 1995, a la edad de veintiséis años, dejó una obra inédita, su obra maestra, Cartas póstumas desde Montmartre. A través de una serie de cartas escritas por una narradora anónima, la obra cuenta la historia de una relación apasionada entre dos mujeres jóvenes: su despertar sexual, su ruptura gradual y las secuelas devastadoras de su amor roto. Las cartas, que, nos dice Qiu, se pueden leer en cualquier orden, tienen como escenario París, Taipéi y Tokio, y muestran ideas desgarradoras sobre lo que significa vivir entre culturas, idiomas y géneros. Qiu nos hace partícipes de su vida como estudiante en París, de su pasión por el cine y en especial por las películas de Theo Angelopoulos, y de su admiración por las obras de Kobe Abe y Osamu Dazai. También analiza su identidad sexual, sus pensamientos de suicidio y, sobre todo, sus deseos

Cartas póstumas desde Montmartre

$40.960,00
Cartas póstumas desde Montmartre $40.960,00
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Qiu Miaojin
Cartas póstumas desde Montmartre
Gallo Nero Ediciones, S.L.

Páginas:
Formato:
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9788416529650

Cuando la novelista taiwanesa Qiu Miaojin se suicidó en 1995, a la edad de veintiséis años, dejó una obra inédita, su obra maestra, Cartas póstumas desde Montmartre. A través de una serie de cartas escritas por una narradora anónima, la obra cuenta la historia de una relación apasionada entre dos mujeres jóvenes: su despertar sexual, su ruptura gradual y las secuelas devastadoras de su amor roto. Las cartas, que, nos dice Qiu, se pueden leer en cualquier orden, tienen como escenario París, Taipéi y Tokio, y muestran ideas desgarradoras sobre lo que significa vivir entre culturas, idiomas y géneros. Qiu nos hace partícipes de su vida como estudiante en París, de su pasión por el cine y en especial por las películas de Theo Angelopoulos, y de su admiración por las obras de Kobe Abe y Osamu Dazai. También analiza su identidad sexual, sus pensamientos de suicidio y, sobre todo, sus deseos