Leonardo Padura
Como polvo en el viento
TusQuets

Páginas: 672
Formato:
Peso: 0.578 kgs.
ISBN: 9786319091427

En 1990, con la caída del bloque socialista, Cuba entra en el Período Especial y el grupo de amigos que se hace llamar el Clan asiste al derrumbe de las certezas con las que se forjó su juventud habanera. Son nueve muchachos de la generación nacida al calor de la revolución: Elisa, Bernardo, Darío, Horacio, Irving, Claudia, Silvia, Quique y Adela. Comparten lecturas, fiestas en el Malecón, sueños de cambio y la promesa tácita de permanecer unidos pase lo que pase. Tres décadas después, sus vidas se han desperdigado como polvo que se lleva el viento: Nueva York, Miami, Madrid, Puerto Rico, Buenos Aires y una Habana que persiste como imán de nostalgias y cuentas pendientes. Algunos prosperan; otros sobreviven a duras penas con varios pasaportes en el bolsillo. Todos arrastran la sensación de que la historia les falló y de que, en la diáspora, la identidad se vuelve un rompecabezas imposible. El punto de arranque es Adela, una joven cubano-americana de Tampa que desconoce su origen real. Su novio, Marcos, descubre por azar una vieja foto del Clan en casa de su madre (Claudia) y se obsesiona con reconstruir aquel pasado. De la mano de Marcos, el lector viaja por los diferentes exilios y reconstrucciones sentimentales del grupo: Elisa y su padre el profe sobreviven en La Habana, guardianes de la casa que fue cuartel general del Clan. Bernardo se convierte en médico reconocido en Estados Unidos, aunque paga con soledad y culpa su desarraigo. Irving alterna empleos precarios en Barcelona, donde lidia con el fantasma de un proyecto artístico frustrado. Silvia y Quique se instalan en Puerto Rico, donde la precariedad emocional se suma a huracanes y apagones. Horacio encuentra en Nueva York un amor imposible que lo conecta de nuevo con la isla. La novela se estructura como un mosaico de vocescartas, correos, recuerdosque Padura ensambla para mostrar la deriva de toda una generación, marcada por la lealtad y la traición, el amor y la culpa, la fe y el desencanto. La pregunta latente: ¿hasta dónde se puede estirar el hilo de los afectos antes de que se rompa definitivamente? El clímax ocurre cuando Marcos y Adela viajan a Cuba para desentrañar el secreto familiar: la joven es hija de uno de los miembros del Clan que desapareció misteriosamente. El reencuentro con Elisa y el viejo profesor desata revelaciones dolorosas y, al mismo tiempo, abre la posibilidad de suturar heridas a través de una nueva forma de pertenencia, menos idealista pero quizá más real. Padura, con su prosa pausada y envolvente, convierte la historia particular del Clan en un espejo de la diáspora cubana: un exilio de siete mares y muchas fronteras donde la patria se vuelve una mezcla de memoria, culpa y deseo de regresar. Claves para entender su importancia: · La gran novela de la diáspora cubana contemporánea Padura amplía el foco más allá de La Habana y muestra cómo el Período Especial fracturó amistades, familias y proyectos vitales, forzando a miles a reinventarse en geografías tan distintas como Miami, Madrid o Buenos Aires. · Exploración de la identidad líquida Los personajes cambian de idioma, pasaporte y credo político, pero llevan la isla como una lente interior; la novela indaga qué significa ser cubano cuando la patria se vuelve un estado de ánimo más que un territorio. · Coralidad y técnica narrativa Conecta docenas de hilos temporales mediante cartas, correos y capítulos polifónicos, ejercicio de ingeniería literaria que remite a El hombre que amaba a los perros pero con un tono aún más intimista. · Crítica afectuosa al mito revolucionario Sin panfleto, Padura muestra el desencanto de quienes creyeron en un proyecto colectivo y acabaron afrontando el exilio económico o la disidencia interior. · Puente generacional En contraste con los veteranos del Clan, la joven Adela encarna la Cuba de oídas que crece fuera de la isla; su mirada cuestiona el peso que la nostalgia impone sobre los hijos. · Universalidad del desplazamiento Aunque anclada en la experiencia cubana, la novela dialoga con cualquier comunidad migrante que intenta conciliar pasado y presente: latinoamericanos en EE. UU., sirios en Europa, africanos en América del Sur. · Padura en su registro más emotivo Dejando a un lado al detective Conde, aquí apuesta por la épica de lo cotidiano y el legado de los afectos, confirmando su lugar como cronista de la Cuba real y de sus esquirlas globales. Con amplitud de miras y ternura crítica, Como polvo en el viento ofrece el relato definitivo sobre la Cuba dispersa: una invitación a preguntarnos qué queda de nosotros cuando el viento del tiempo nos lleva a todas partes excepto a donde empezó la historia.

Como polvo en el viento

$26.900,00
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En 1990, con la caída del bloque socialista, Cuba entra en el Período Especial y el grupo de amigos que se hace llamar el Clan asiste al derrumbe de las certezas con las que se forjó su juventud habanera. Son nueve muchachos de la generación nacida al calor de la revolución: Elisa, Bernardo, Darío, Horacio, Irving, Claudia, Silvia, Quique y Adela. Comparten lecturas, fiestas en el Malecón, sueños de cambio y la promesa tácita de permanecer unidos pase lo que pase. Tres décadas después, sus vidas se han desperdigado como polvo que se lleva el viento: Nueva York, Miami, Madrid, Puerto Rico, Buenos Aires y una Habana que persiste como imán de nostalgias y cuentas pendientes. Algunos prosperan; otros sobreviven a duras penas con varios pasaportes en el bolsillo. Todos arrastran la sensación de que la historia les falló y de que, en la diáspora, la identidad se vuelve un rompecabezas imposible. El punto de arranque es Adela, una joven cubano-americana de Tampa que desconoce su origen real. Su novio, Marcos, descubre por azar una vieja foto del Clan en casa de su madre (Claudia) y se obsesiona con reconstruir aquel pasado. De la mano de Marcos, el lector viaja por los diferentes exilios y reconstrucciones sentimentales del grupo: Elisa y su padre el profe sobreviven en La Habana, guardianes de la casa que fue cuartel general del Clan. Bernardo se convierte en médico reconocido en Estados Unidos, aunque paga con soledad y culpa su desarraigo. Irving alterna empleos precarios en Barcelona, donde lidia con el fantasma de un proyecto artístico frustrado. Silvia y Quique se instalan en Puerto Rico, donde la precariedad emocional se suma a huracanes y apagones. Horacio encuentra en Nueva York un amor imposible que lo conecta de nuevo con la isla. La novela se estructura como un mosaico de vocescartas, correos, recuerdosque Padura ensambla para mostrar la deriva de toda una generación, marcada por la lealtad y la traición, el amor y la culpa, la fe y el desencanto. La pregunta latente: ¿hasta dónde se puede estirar el hilo de los afectos antes de que se rompa definitivamente? El clímax ocurre cuando Marcos y Adela viajan a Cuba para desentrañar el secreto familiar: la joven es hija de uno de los miembros del Clan que desapareció misteriosamente. El reencuentro con Elisa y el viejo profesor desata revelaciones dolorosas y, al mismo tiempo, abre la posibilidad de suturar heridas a través de una nueva forma de pertenencia, menos idealista pero quizá más real. Padura, con su prosa pausada y envolvente, convierte la historia particular del Clan en un espejo de la diáspora cubana: un exilio de siete mares y muchas fronteras donde la patria se vuelve una mezcla de memoria, culpa y deseo de regresar. Claves para entender su importancia: · La gran novela de la diáspora cubana contemporánea Padura amplía el foco más allá de La Habana y muestra cómo el Período Especial fracturó amistades, familias y proyectos vitales, forzando a miles a reinventarse en geografías tan distintas como Miami, Madrid o Buenos Aires. · Exploración de la identidad líquida Los personajes cambian de idioma, pasaporte y credo político, pero llevan la isla como una lente interior; la novela indaga qué significa ser cubano cuando la patria se vuelve un estado de ánimo más que un territorio. · Coralidad y técnica narrativa Conecta docenas de hilos temporales mediante cartas, correos y capítulos polifónicos, ejercicio de ingeniería literaria que remite a El hombre que amaba a los perros pero con un tono aún más intimista. · Crítica afectuosa al mito revolucionario Sin panfleto, Padura muestra el desencanto de quienes creyeron en un proyecto colectivo y acabaron afrontando el exilio económico o la disidencia interior. · Puente generacional En contraste con los veteranos del Clan, la joven Adela encarna la Cuba de oídas que crece fuera de la isla; su mirada cuestiona el peso que la nostalgia impone sobre los hijos. · Universalidad del desplazamiento Aunque anclada en la experiencia cubana, la novela dialoga con cualquier comunidad migrante que intenta conciliar pasado y presente: latinoamericanos en EE. UU., sirios en Europa, africanos en América del Sur. · Padura en su registro más emotivo Dejando a un lado al detective Conde, aquí apuesta por la épica de lo cotidiano y el legado de los afectos, confirmando su lugar como cronista de la Cuba real y de sus esquirlas globales. Con amplitud de miras y ternura crítica, Como polvo en el viento ofrece el relato definitivo sobre la Cuba dispersa: una invitación a preguntarnos qué queda de nosotros cuando el viento del tiempo nos lleva a todas partes excepto a donde empezó la historia.