Jaume Vivó
Conos funerarios
Dilema Editorial

Páginas: 658
Formato:
Peso: 1.176 kgs.
ISBN: 9788498276626

Los conos funerarios egipcios son unos objetos compactos hechos de arcilla del Nilo, normalmente de forma cónica, moldeados a mano y posteriormente cocidos al horno, la mayoría de los cuales tienen en su base unas estampaciones con textos jeroglíficos de carácter funerario y memorial. Encontrados casi siempre esparcidos por el suelo alrededor de las tumbas de la necrópolis de Tebas, desde el inicio del siglo XIX fueron objeto de curiosidad y especulación por parte de viajeros, anticuarios y egiptólogos. Frédéric Cailliaud, Joseph Passalacqua y poco tiempo después Jean-François Champollion fueron los primeros en prestarles atención, seguidos con el paso de los años por otros muchos egiptólogos. Todos los cuales han contribuido a la existencia de diversas hipótesis que intentan explicar la utilidad y función de estos enigmáticos objetos, utilizados por los antiguos egipcios en unas épocas muy concretas. Pese a su apariencia anodina, el estudio de los conos funerarios ha permitido identificar a un considerable número de personas que poseyeron una tumba decorada en la necrópolis tebana. Los cuales, sin estos modestos objetos cónicos de barro, todavía hoy permanecerían en el olvido más absoluto.

Conos funerarios

$68.400,00
Conos funerarios $68.400,00
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Jaume Vivó
Conos funerarios
Dilema Editorial

Páginas: 658
Formato:
Peso: 1.176 kgs.
ISBN: 9788498276626

Los conos funerarios egipcios son unos objetos compactos hechos de arcilla del Nilo, normalmente de forma cónica, moldeados a mano y posteriormente cocidos al horno, la mayoría de los cuales tienen en su base unas estampaciones con textos jeroglíficos de carácter funerario y memorial. Encontrados casi siempre esparcidos por el suelo alrededor de las tumbas de la necrópolis de Tebas, desde el inicio del siglo XIX fueron objeto de curiosidad y especulación por parte de viajeros, anticuarios y egiptólogos. Frédéric Cailliaud, Joseph Passalacqua y poco tiempo después Jean-François Champollion fueron los primeros en prestarles atención, seguidos con el paso de los años por otros muchos egiptólogos. Todos los cuales han contribuido a la existencia de diversas hipótesis que intentan explicar la utilidad y función de estos enigmáticos objetos, utilizados por los antiguos egipcios en unas épocas muy concretas. Pese a su apariencia anodina, el estudio de los conos funerarios ha permitido identificar a un considerable número de personas que poseyeron una tumba decorada en la necrópolis tebana. Los cuales, sin estos modestos objetos cónicos de barro, todavía hoy permanecerían en el olvido más absoluto.