Marisa Vicentini
El color de nuestro olvido
Cangrejo editorial

Páginas:
Formato:
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9789585532397

"...Les quitaron las cadenas de los tobillos y alguien empujó a Esmeralda hacia la hilera que formaban los negros esqueléticos y desahuciados en la proa del barco. Hombres, mujeres y niños cuyos cuerpos parecían ramas secas dobladas por su propio e insoportable peso". Nada de lo que pueda escribir en este párrafo que, quizás, usted esté leyendo con premura, puede darle una idea cabal e integra de lo que es esta novela. Podría decirle que Esmeralda es un nombre que va a recordar de manera entrañable y nostálgica, como una siesta de verano de la niñez. Tal vez podría mencionarle que cuando usted vuelva a usar guantes, en el preciso instante que la tela se adhiera a sus manos, tibia y acogedora, recordará los incidentes en el arroyo de Leyes. Le aseguro (mire lo que le digo) que, luego de esta lectura, dejará de pensar que los vaivenes de la historia y los viajes temporales solo se hacen a bordo de un Delorean. Porque habrá experimentado la exquisitez de la maquina narrativa de Vicentini. -Luciana Baca.

El color de nuestro olvido

$28.600,00
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"...Les quitaron las cadenas de los tobillos y alguien empujó a Esmeralda hacia la hilera que formaban los negros esqueléticos y desahuciados en la proa del barco. Hombres, mujeres y niños cuyos cuerpos parecían ramas secas dobladas por su propio e insoportable peso". Nada de lo que pueda escribir en este párrafo que, quizás, usted esté leyendo con premura, puede darle una idea cabal e integra de lo que es esta novela. Podría decirle que Esmeralda es un nombre que va a recordar de manera entrañable y nostálgica, como una siesta de verano de la niñez. Tal vez podría mencionarle que cuando usted vuelva a usar guantes, en el preciso instante que la tela se adhiera a sus manos, tibia y acogedora, recordará los incidentes en el arroyo de Leyes. Le aseguro (mire lo que le digo) que, luego de esta lectura, dejará de pensar que los vaivenes de la historia y los viajes temporales solo se hacen a bordo de un Delorean. Porque habrá experimentado la exquisitez de la maquina narrativa de Vicentini. -Luciana Baca.