Rupert Spira
El corazón de La plegaria
Gaia Ediciones

Páginas: 128
Formato:
Peso: 0.204 kgs.
ISBN: 9788411081160

En El corazón de la plegaria, Rupert Spira profundiza en la comprensión de que la paz y la felicidad que anhelamos se hallan en el conocimiento de nuestro propio ser. Basándose en las reflexiones desarrolladas previamente en sus obras Ser consciente de ser consciente y Ser yo, este nuevo volumen de la colección «La esencia de la meditación» explora otro aspecto esencial del ámbito meditativo: la unión con Dios, que tradicionalmente se ha abordado a través de la oración. La creencia compartida por la mayoría de la gente de que somos seres separados que componemos una parte minúscula de un vasto mundo nos lleva a proyectar la idea de Dios a una distancia infinita de nosotros. Pero, en realidad, somos seres ilimitados, impersonales, indivisibles e infinitos, y esa separación de Dios no existe. El ser infinito no sabe de unión o separación. Solo existe el ser infinito de Dios, y nosotros somos Eso. Esa es la rendición final. Desde esta perspectiva, nuestro anhelo de Dios es el amor que Dios siente por nosotros.

El corazón de La plegaria

$24.500,00
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En El corazón de la plegaria, Rupert Spira profundiza en la comprensión de que la paz y la felicidad que anhelamos se hallan en el conocimiento de nuestro propio ser. Basándose en las reflexiones desarrolladas previamente en sus obras Ser consciente de ser consciente y Ser yo, este nuevo volumen de la colección «La esencia de la meditación» explora otro aspecto esencial del ámbito meditativo: la unión con Dios, que tradicionalmente se ha abordado a través de la oración. La creencia compartida por la mayoría de la gente de que somos seres separados que componemos una parte minúscula de un vasto mundo nos lleva a proyectar la idea de Dios a una distancia infinita de nosotros. Pero, en realidad, somos seres ilimitados, impersonales, indivisibles e infinitos, y esa separación de Dios no existe. El ser infinito no sabe de unión o separación. Solo existe el ser infinito de Dios, y nosotros somos Eso. Esa es la rendición final. Desde esta perspectiva, nuestro anhelo de Dios es el amor que Dios siente por nosotros.