Werner Herzog
El crepúsculo del mundo
Blackie Books

Páginas: 184
Formato:
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9789878453392

En 1997, Werner Herzog viajó a Tokio para dirigir una ópera. Allí le preguntaron: ¿A quién te gustaría conocer? Respondió al instante y sin dudar: A Hiroo Onoda. Onoda era un exsoldado famoso por haber defendido, algo quijotescamente, una isla en Filipinas durante décadas, incluso después del término de la Segunda Guerra Mundial, sin saber que la contienda había terminado. Herzog y Onoda desarrollaron una relación instantánea y se reunieron muchas veces. Este libro es el resultado de esas reuniones. A fines de 1944, en la isla de Lubang, con las tropas japonesas a punto de retirarse, Onoda se quedó rezagado en el campo de batalla y, durante años, continuó librando una guerra ficticia, como el personaje de una delirante novela. En El crepúsculo del mundo, Herzog imagina e inmortaliza esos años de lucha absurda pero épica, con un estilo inimitable e hipnótico, en parte documental, en parte poema y en parte sueño, que los fanáticos de sus películas reconocerán al instante. El resultado final no podría superar a la mejor de las novelas: una meditación brillante sobre el propósito y el significado que le damos a nuestras vidas. Werner Herzog creció en un remoto pueblo de montaña de Baviera. De niño nunca fue al cine, no tenía televisión ni teléfono. En 1961, cuando todavía estaba en secundaria, trabajó como soldador en el turno de noche para producir su primera película. Tenía diecinueve años. Desde entonces ha producido, escrito y dirigido más de cincuenta películas, entre ellas Aguirre, La cólera de Dios, El enigma de Gaspar Hauser y Grizzly Man. Pero no solo dedica su tiempo al cine, sino también a la (buena) literatura. De hecho, lo que escribe se convierte instantáneamente en obra de culto: Conquista de lo inútil (Blackie Books, 2010), diario de rodaje de su mítica Fitzcarraldo, es considerada una de las crónicas más importantes del siglo XXI. Y ahora llega El crepúsculo del mundo, sobre un soldado japonés en terreno enemigo, uno de los episodios más asombrosos y salvajes de la Historia moderna. Herzog vive en Los Ángeles, donde dirige una serie de seminarios de cine en los que no se imparte ningún tipo de enseñanza técnica, una escuela "para los que han viajado a pie, han mantenido el orden en un prostíbulo o han sido celadores en un asilo mental (...) en resumen, para los que tienen un sentido poético. Para los peregrinos. Para los que pueden contar un cuento a un niño de cuatro años y mantener su atención, para los que sienten un fuego en su interior". El fuego que siente Werner a sus setenta y nueve años, y el que transmite en todo lo que escribe y hace.

El crepúsculo del mundo

$13.399,00
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Werner Herzog
El crepúsculo del mundo
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Páginas: 184
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Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9789878453392

En 1997, Werner Herzog viajó a Tokio para dirigir una ópera. Allí le preguntaron: ¿A quién te gustaría conocer? Respondió al instante y sin dudar: A Hiroo Onoda. Onoda era un exsoldado famoso por haber defendido, algo quijotescamente, una isla en Filipinas durante décadas, incluso después del término de la Segunda Guerra Mundial, sin saber que la contienda había terminado. Herzog y Onoda desarrollaron una relación instantánea y se reunieron muchas veces. Este libro es el resultado de esas reuniones. A fines de 1944, en la isla de Lubang, con las tropas japonesas a punto de retirarse, Onoda se quedó rezagado en el campo de batalla y, durante años, continuó librando una guerra ficticia, como el personaje de una delirante novela. En El crepúsculo del mundo, Herzog imagina e inmortaliza esos años de lucha absurda pero épica, con un estilo inimitable e hipnótico, en parte documental, en parte poema y en parte sueño, que los fanáticos de sus películas reconocerán al instante. El resultado final no podría superar a la mejor de las novelas: una meditación brillante sobre el propósito y el significado que le damos a nuestras vidas. Werner Herzog creció en un remoto pueblo de montaña de Baviera. De niño nunca fue al cine, no tenía televisión ni teléfono. En 1961, cuando todavía estaba en secundaria, trabajó como soldador en el turno de noche para producir su primera película. Tenía diecinueve años. Desde entonces ha producido, escrito y dirigido más de cincuenta películas, entre ellas Aguirre, La cólera de Dios, El enigma de Gaspar Hauser y Grizzly Man. Pero no solo dedica su tiempo al cine, sino también a la (buena) literatura. De hecho, lo que escribe se convierte instantáneamente en obra de culto: Conquista de lo inútil (Blackie Books, 2010), diario de rodaje de su mítica Fitzcarraldo, es considerada una de las crónicas más importantes del siglo XXI. Y ahora llega El crepúsculo del mundo, sobre un soldado japonés en terreno enemigo, uno de los episodios más asombrosos y salvajes de la Historia moderna. Herzog vive en Los Ángeles, donde dirige una serie de seminarios de cine en los que no se imparte ningún tipo de enseñanza técnica, una escuela "para los que han viajado a pie, han mantenido el orden en un prostíbulo o han sido celadores en un asilo mental (...) en resumen, para los que tienen un sentido poético. Para los peregrinos. Para los que pueden contar un cuento a un niño de cuatro años y mantener su atención, para los que sienten un fuego en su interior". El fuego que siente Werner a sus setenta y nueve años, y el que transmite en todo lo que escribe y hace.