Nathaniel Hawthorne , Juan Cárdenas
El espantapájaros
Periférica Editorial

Páginas: 72
Formato: 12 x 17 cm.
Peso: 0.82 kgs.
ISBN: 9788492865642

Una bruja. Un espantapájaros. Y una de esas historias a las que Orson Welles llamaba «inmortales» (y nunca mejor dicho en este caso). Nathaniel Hawthorne era experto en el «vaciado psicológico» de sus personajes, algo que aproxima su literatura, sin duda, a algunos de los escritores modernos más radicales, como sus grandes admiradores Melville, Kafka y Beckett. El otro elemento que hace de Hawthorne un contemporáneo nuestro es, por extraño que parezca, su debilidad por la alegoría: un umbral entre tiempos, una suerte de mecanismo que se afana por traer de vuelta un pasado condenado a la desaparición y al olvido. El espantapájaros ocupa un lugar muy particular en la obra de Hawthorne. Se trata de una de las piezas mejor logradas de toda su producción. Y lo es precisamente por el rigor con el que asume, y al cabo exaspera, sus premisas alegóricas: he aquí, ante el lector del siglo XXI, una estupenda vanitas, ese extraño género de bodegón alegórico, tan popular en el Barroco, que juntaba en el cuadro objetos inanimados y efímeros con el fin de aleccionar al espectador sobre la fugacidad de la vida y la banalidad de los placeres mundanos. Pocos relatos encierran tan fértiles contradicciones como éste. Pocos hay tan sugerentes. «Los cuentos de Mr Hawthorne pertenecen a la más alta esfera del arte.» Edgar Allan Poe «Cuánto hemos aprendido de Hawthorne y su mirada encantada.» H. P. Lovecraft «El espantapájaros es una de las mejores narraciones de todos los tiempos.» Mike Mignola, creador de Hellboy Nathaniel Hawthorne (Salem, 1804 – Plymouth, 1864) fue uno de los grandes maestros de la literatura norteamericana del siglo XIX, y uno de los más influyentes en la de los siglos XX y XXI. Miembro de una familia de colonos puritanos, tuvo una infancia difícil y a la vez estimulante (por soñadora). En 1839 comenzó a trabajar en la aduana del puerto de Boston, y tres años después se trasladó, con su esposa, a Concord, donde sería vecino y amigo de Ralph Waldo Emerson y Henry David Thoreau. Después de diversos destinos administrativos, fue nombrado cónsul americano en Liverpool y viajó por media Europa. En 1837 publicó su primer libro, el ya extraordinario Twice-Told Tales (Cuentos dos veces contados), al que seguirían otras obras maestras, breves o extensas (relatos y novelas), como Wakefield (1835), La hija de Rappaccini (1844), El velo negro del ministro (1844), La letra escarlata (1850), La casa de los siete tejados (1851), etcétera. El espantapájaros es una de sus grandes piezas de madurez. Fue publicado en dos partes, en The International Magazine, en febrero y marzo de 1852.

El espantapájaros

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Nathaniel Hawthorne , Juan Cárdenas
El espantapájaros
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Páginas: 72
Formato: 12 x 17 cm.
Peso: 0.82 kgs.
ISBN: 9788492865642

Una bruja. Un espantapájaros. Y una de esas historias a las que Orson Welles llamaba «inmortales» (y nunca mejor dicho en este caso). Nathaniel Hawthorne era experto en el «vaciado psicológico» de sus personajes, algo que aproxima su literatura, sin duda, a algunos de los escritores modernos más radicales, como sus grandes admiradores Melville, Kafka y Beckett. El otro elemento que hace de Hawthorne un contemporáneo nuestro es, por extraño que parezca, su debilidad por la alegoría: un umbral entre tiempos, una suerte de mecanismo que se afana por traer de vuelta un pasado condenado a la desaparición y al olvido. El espantapájaros ocupa un lugar muy particular en la obra de Hawthorne. Se trata de una de las piezas mejor logradas de toda su producción. Y lo es precisamente por el rigor con el que asume, y al cabo exaspera, sus premisas alegóricas: he aquí, ante el lector del siglo XXI, una estupenda vanitas, ese extraño género de bodegón alegórico, tan popular en el Barroco, que juntaba en el cuadro objetos inanimados y efímeros con el fin de aleccionar al espectador sobre la fugacidad de la vida y la banalidad de los placeres mundanos. Pocos relatos encierran tan fértiles contradicciones como éste. Pocos hay tan sugerentes. «Los cuentos de Mr Hawthorne pertenecen a la más alta esfera del arte.» Edgar Allan Poe «Cuánto hemos aprendido de Hawthorne y su mirada encantada.» H. P. Lovecraft «El espantapájaros es una de las mejores narraciones de todos los tiempos.» Mike Mignola, creador de Hellboy Nathaniel Hawthorne (Salem, 1804 – Plymouth, 1864) fue uno de los grandes maestros de la literatura norteamericana del siglo XIX, y uno de los más influyentes en la de los siglos XX y XXI. Miembro de una familia de colonos puritanos, tuvo una infancia difícil y a la vez estimulante (por soñadora). En 1839 comenzó a trabajar en la aduana del puerto de Boston, y tres años después se trasladó, con su esposa, a Concord, donde sería vecino y amigo de Ralph Waldo Emerson y Henry David Thoreau. Después de diversos destinos administrativos, fue nombrado cónsul americano en Liverpool y viajó por media Europa. En 1837 publicó su primer libro, el ya extraordinario Twice-Told Tales (Cuentos dos veces contados), al que seguirían otras obras maestras, breves o extensas (relatos y novelas), como Wakefield (1835), La hija de Rappaccini (1844), El velo negro del ministro (1844), La letra escarlata (1850), La casa de los siete tejados (1851), etcétera. El espantapájaros es una de sus grandes piezas de madurez. Fue publicado en dos partes, en The International Magazine, en febrero y marzo de 1852.