Francis Scott Fitzgerald, Pablo Ingberg
El gran Gatsby
Losada

Páginas:
Formato:
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 978950-03-9843-5

Francis Scott Fitzgerald nació en el estado de Minnesota el 24 de setiembre de 1896, en una época de innovaciones tecnológicas, que adquieren una simbólica presencia en su obra El gran Gatsby, considerada una de las más grandes novelas estadounidenses. Publicada en 1925, recibió críticas muy favorables. En 1926 fue adaptada al teatro, y también fue llevada al cine con dirección de Herbert Benon. A esa versión cinematográfica le seguirán muchas más, hasta la actualidad. La concepción básica de “Gatsby” le debe bastante a una novela: El corazón de las tinieblas (1902), de Joseph Conrad, y a un poema: La tierra baldía (1922), de T. S. Eliot. Sin embargo, las ventas de su obra no estuvieron a la altura de lo esperado, y a partir de entonces comenzó la decadencia del autor. A su manera, Fitzgerald fue un “Gatsby”: un joven que se hizo casi de la nada y terminó pronto y mal, sólo que su descenso de la cima al infierno fue un poco menos drástico. Falleció, con cuarenta y cuatro años, en 1940. Traducción y prólogo de Pablo Ingberg

El gran Gatsby

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Francis Scott Fitzgerald nació en el estado de Minnesota el 24 de setiembre de 1896, en una época de innovaciones tecnológicas, que adquieren una simbólica presencia en su obra El gran Gatsby, considerada una de las más grandes novelas estadounidenses. Publicada en 1925, recibió críticas muy favorables. En 1926 fue adaptada al teatro, y también fue llevada al cine con dirección de Herbert Benon. A esa versión cinematográfica le seguirán muchas más, hasta la actualidad. La concepción básica de “Gatsby” le debe bastante a una novela: El corazón de las tinieblas (1902), de Joseph Conrad, y a un poema: La tierra baldía (1922), de T. S. Eliot. Sin embargo, las ventas de su obra no estuvieron a la altura de lo esperado, y a partir de entonces comenzó la decadencia del autor. A su manera, Fitzgerald fue un “Gatsby”: un joven que se hizo casi de la nada y terminó pronto y mal, sólo que su descenso de la cima al infierno fue un poco menos drástico. Falleció, con cuarenta y cuatro años, en 1940. Traducción y prólogo de Pablo Ingberg