Eugenio López Arriazu
El tajo de Fontana
Dedalus editores

Páginas: 80
Formato:
Peso: 0.132 kgs.
ISBN: 9789873744822

El cuerpo del poema tiene una morfología. Puede ser abierto con un tajo como un lienzo, y quedar herido, seco, sin retorno. Entre el poema y el cuadro, un diálogo. Entre el oído y el ojo, un puente. Los poemas de López Arriazu, con cautela y elegancia, atraviesan ese puente levadizo entre los dos sentidos. En los sonidos hay agazapado un algo, dice, y la voz poética poco a poco descorre el velo y va descubriendo el reflejo, el murmullo, lo pequeño, el impulso del silencio, el vacío, materiales indispensables de estos poemas. Vanina Colagiovanni López Arriazu dice su arte poética en El tajo de Fontana (el poema nacional ya nos advertía: de modo que al salir salga cortando); la dice tras la aparente inocencia de cualquier poeta cuyos versos a lo sumo valgan tanto como sus palabras: lo que se puede avizorar (lo que se lee, lo que se enuncia) detrás del tajo. Porque en esta exploración del yo, López Arriazu no nos habla sobre el tajo, sino desde atrás: escamoteándonos la figura entera en un espejo sin posibilidad de refracción. Alberto Cisnero La presencia de lo oculto surge con fuerza en las miniaturas de Arriazu: Un terrón de azúcar / en el té. / Yo en tus besos. La conciencia del lector se funde con el objeto creando un efecto de disolución. Arriazu busca su propia naturaleza, cuya clave está en la conciencia del lector. Valeri Goriunov (editor de la traducción al ruso

El tajo de Fontana

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El tajo de Fontana
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ISBN: 9789873744822

El cuerpo del poema tiene una morfología. Puede ser abierto con un tajo como un lienzo, y quedar herido, seco, sin retorno. Entre el poema y el cuadro, un diálogo. Entre el oído y el ojo, un puente. Los poemas de López Arriazu, con cautela y elegancia, atraviesan ese puente levadizo entre los dos sentidos. En los sonidos hay agazapado un algo, dice, y la voz poética poco a poco descorre el velo y va descubriendo el reflejo, el murmullo, lo pequeño, el impulso del silencio, el vacío, materiales indispensables de estos poemas. Vanina Colagiovanni López Arriazu dice su arte poética en El tajo de Fontana (el poema nacional ya nos advertía: de modo que al salir salga cortando); la dice tras la aparente inocencia de cualquier poeta cuyos versos a lo sumo valgan tanto como sus palabras: lo que se puede avizorar (lo que se lee, lo que se enuncia) detrás del tajo. Porque en esta exploración del yo, López Arriazu no nos habla sobre el tajo, sino desde atrás: escamoteándonos la figura entera en un espejo sin posibilidad de refracción. Alberto Cisnero La presencia de lo oculto surge con fuerza en las miniaturas de Arriazu: Un terrón de azúcar / en el té. / Yo en tus besos. La conciencia del lector se funde con el objeto creando un efecto de disolución. Arriazu busca su propia naturaleza, cuya clave está en la conciencia del lector. Valeri Goriunov (editor de la traducción al ruso