Claudio Sergio Ingerflom
EL ZAR SOY YO
ESCOLAR Y MAYO

Páginas: 470
Formato: 150x230
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9788417134174

El zar soy yo es una original Historia de Rusia, por momentos divertida, por momentos espeluznante, que comienza en el siglo xv para terminar con la llegada de Vladímir Putin al poder. Claudio Sergio Ingerflom, que ha desarrollado su carrera académica a medio camino entre Moscú y París, analiza la época de los zares, el imperio ruso y el régimen soviético desde un fenómeno recurrente en tierras rusas, el autonombramiento. He aquí la originalidad del planteamiento. El autonombramiento consiste en algo tan descabellado como declararse zar, o zarévich, o hijo del zar, aun a sabiendas de que no se es ninguna de esas cosas. ¿Anécdota irrelevante? ¿Locura campesina? ¿Ignorancia propia de un pueblo atrasado? Así sería el caso de no ser por su recurrencia histórica; de no ser, sobre todo, porque muchas veces, de las que Ingerflom da cumplido detalle, los falsos zares han acaudillado violentas revuletas campesinas; porque, en otras, un falso zar ha devenido verdadero zar, al que todos rinden pleitesía. El zar soy yo viene precedido por un esclarecedor prólogo de José Luis Villacañas, en el que, además de poner en relación la obra con los planteamientos de Carl Schmitt, da cuenta de la especificidad de la historia rusa (en contraposición con la historia europea) que desvela Ingerflon.

EL ZAR SOY YO

$50.048,00
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ESCOLAR Y MAYO

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El zar soy yo es una original Historia de Rusia, por momentos divertida, por momentos espeluznante, que comienza en el siglo xv para terminar con la llegada de Vladímir Putin al poder. Claudio Sergio Ingerflom, que ha desarrollado su carrera académica a medio camino entre Moscú y París, analiza la época de los zares, el imperio ruso y el régimen soviético desde un fenómeno recurrente en tierras rusas, el autonombramiento. He aquí la originalidad del planteamiento. El autonombramiento consiste en algo tan descabellado como declararse zar, o zarévich, o hijo del zar, aun a sabiendas de que no se es ninguna de esas cosas. ¿Anécdota irrelevante? ¿Locura campesina? ¿Ignorancia propia de un pueblo atrasado? Así sería el caso de no ser por su recurrencia histórica; de no ser, sobre todo, porque muchas veces, de las que Ingerflom da cumplido detalle, los falsos zares han acaudillado violentas revuletas campesinas; porque, en otras, un falso zar ha devenido verdadero zar, al que todos rinden pleitesía. El zar soy yo viene precedido por un esclarecedor prólogo de José Luis Villacañas, en el que, además de poner en relación la obra con los planteamientos de Carl Schmitt, da cuenta de la especificidad de la historia rusa (en contraposición con la historia europea) que desvela Ingerflon.