Juan Carlos Mestre
Historia natural de la felicidad
Fondo de Cultura Económica

Páginas: 187
Formato:
Peso: 0.33 kgs.
ISBN: 9788437507200

La palabra hace visible y decible el mundo. La palabra es la función del mundo. La tarea última de la poesía, por eso, es rescatar las palabras de la irrelevancia, la insignificancia y la inexistencia donde las ha confinado nuestro modelo de civilización y devolverles su dignidad, su libertad y su sentido. La poesía es, o debería ser, una propuesta de felicidad universal. Y es a eso exactamente hacia donde apunta toda la poesía de Juan Carlos Mestre: hacia esa felicidad (cívica, solidaria, puerta a puerta, justa) en medio de la cual una imaginación fértil y arriesgada hace malabarismos con las palabras para devolverles la alegría, las ganas de vivir, su originaria luz contagiosa, el misterio limpio de la vida. Un poeta, como se ve, necesario, esencial: uno de los más necesarios y esenciales, me atrevería a decir, de cuantos escriben actualmente en nuestra lengua. La obra de Juan Carlos Mestre, recibida con entusiasmo creciente por parte de la crítica y de los lectores, se merece y necesita una antología que incluya también este periodo suyo tan fructífero. [] Juan Carlos Mestre pertenece a esta estirpe porque es un poeta que, por estar atento a la felicidad natural de las cosas, sabe extraer de estas lo mejor de sí mismas cuando se le aparecen sanas, plenas en su ser parte del mundo, y, cuando esto no es así, se entrega en cuerpo y alma a rescatarlas del no-lugar o rincón oscuro donde se hallan secuestradas para que no tarden demasiado en regresar a la luz. Jesús Aguado (fragmento del Prólogo)

HISTORIA NATURAL DE LA FELICIDAD

$12.500,00
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Juan Carlos Mestre
Historia natural de la felicidad
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La palabra hace visible y decible el mundo. La palabra es la función del mundo. La tarea última de la poesía, por eso, es rescatar las palabras de la irrelevancia, la insignificancia y la inexistencia donde las ha confinado nuestro modelo de civilización y devolverles su dignidad, su libertad y su sentido. La poesía es, o debería ser, una propuesta de felicidad universal. Y es a eso exactamente hacia donde apunta toda la poesía de Juan Carlos Mestre: hacia esa felicidad (cívica, solidaria, puerta a puerta, justa) en medio de la cual una imaginación fértil y arriesgada hace malabarismos con las palabras para devolverles la alegría, las ganas de vivir, su originaria luz contagiosa, el misterio limpio de la vida. Un poeta, como se ve, necesario, esencial: uno de los más necesarios y esenciales, me atrevería a decir, de cuantos escriben actualmente en nuestra lengua. La obra de Juan Carlos Mestre, recibida con entusiasmo creciente por parte de la crítica y de los lectores, se merece y necesita una antología que incluya también este periodo suyo tan fructífero. [] Juan Carlos Mestre pertenece a esta estirpe porque es un poeta que, por estar atento a la felicidad natural de las cosas, sabe extraer de estas lo mejor de sí mismas cuando se le aparecen sanas, plenas en su ser parte del mundo, y, cuando esto no es así, se entrega en cuerpo y alma a rescatarlas del no-lugar o rincón oscuro donde se hallan secuestradas para que no tarden demasiado en regresar a la luz. Jesús Aguado (fragmento del Prólogo)