Philippe Lacoue-Labarthe
LA FICCION DE LO POLITICO.HEIDEGGER,EL ARTE
ARENA

Páginas:
Formato:
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9788495897046

El nacionalsocialismo sigue mostrándose rebelde a los procedimientos del análisis político e ideológico. En el fondo permanece sencillamente «inexplicable» y, en ese sentido, no cesa de acosar la conciencia moderna en cuanto algo así como un «posible» por siempre en potencia, a la vez puesto en reserva e inminente en nuestras sociedades. Y es que el nacionalsocialismo no se presentó en ningún momento como una política determinada [...], sino como la verdad de lo político. En cuanto tal, expuso a la luz del día, para de inmediato oscurecerla, la esencia no política de lo político, algo que ninguna «politología» ni filosofía política están capacitadas para alcanzar. Pero si esta esencia de lo político hay que buscarla por el lado del arte, tampoco ninguna estética o filosofía del arte pueden deshacer el lazo inextricable que hay entre el arte y lo político. Y ello porque sus categorías, prácticamente todas procedentes del platonismo, tienen como principio el presupuesto dominante en toda esta tradición, la de que lo político (la «religión») es la verdad del arte. Por eso, Heidegger, en tanto que su proyecto de los años 30 buscaba explícitamente una «superación» de la estética, nos concede un acceso privilegiado —y quizá el único acceso posible— a la esencia de lo político que el nacionalsocialismo conjuntamente vela y desvela. Philippe Lacoue-Labarthe

LA FICCION DE LO POLITICO.HEIDEGGER,EL ARTE

$27.232,00
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El nacionalsocialismo sigue mostrándose rebelde a los procedimientos del análisis político e ideológico. En el fondo permanece sencillamente «inexplicable» y, en ese sentido, no cesa de acosar la conciencia moderna en cuanto algo así como un «posible» por siempre en potencia, a la vez puesto en reserva e inminente en nuestras sociedades. Y es que el nacionalsocialismo no se presentó en ningún momento como una política determinada [...], sino como la verdad de lo político. En cuanto tal, expuso a la luz del día, para de inmediato oscurecerla, la esencia no política de lo político, algo que ninguna «politología» ni filosofía política están capacitadas para alcanzar. Pero si esta esencia de lo político hay que buscarla por el lado del arte, tampoco ninguna estética o filosofía del arte pueden deshacer el lazo inextricable que hay entre el arte y lo político. Y ello porque sus categorías, prácticamente todas procedentes del platonismo, tienen como principio el presupuesto dominante en toda esta tradición, la de que lo político (la «religión») es la verdad del arte. Por eso, Heidegger, en tanto que su proyecto de los años 30 buscaba explícitamente una «superación» de la estética, nos concede un acceso privilegiado —y quizá el único acceso posible— a la esencia de lo político que el nacionalsocialismo conjuntamente vela y desvela. Philippe Lacoue-Labarthe