Martín Armada
La gran meseta
Caleta Olivia

Páginas:
Formato:
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9789874455499

naba. Los mensajes, las posibles exégesis llegan en sueños: Sueño: un patio donde hay una higuera, / alguien que dice “hacé las cosas solo”. Y también son las cosas las que esgrimen el mandato del estoicismo: el perfil de un edificio, trastocado ahora en ídolo de piedra, obliga a continuar la travesía a pesar de la inclemencia, porque ya no hay lugar donde volver. Aguantá la lluvia, dice/ aguantá el sol, dice / aguantá el viento. Mientras tanto, el camino va mutando de la extrañeza a la resignación. La curva del terreno, la curva de la luz, la curva de la vida, se funden en una sola. La evocación a Mansilla, el cronista elegante, despliega antes de comenzar la imagen de quien va, campo traviesa, hacia lo desconocido, en otro desierto, en otra hostilidad. La gran meseta avanza desde un presente detenido hacia un futuro incierto, que llegará, así como el fin del mundo en Los hombres huecos (T.S. Elliot), sin ruido; abriéndose paso como una bestia sigilosa, de la que difícilmente podremos escapar.

La gran meseta

$8.000,00
La gran meseta $8.000,00
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Martín Armada
La gran meseta
Caleta Olivia

Páginas:
Formato:
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9789874455499

naba. Los mensajes, las posibles exégesis llegan en sueños: Sueño: un patio donde hay una higuera, / alguien que dice “hacé las cosas solo”. Y también son las cosas las que esgrimen el mandato del estoicismo: el perfil de un edificio, trastocado ahora en ídolo de piedra, obliga a continuar la travesía a pesar de la inclemencia, porque ya no hay lugar donde volver. Aguantá la lluvia, dice/ aguantá el sol, dice / aguantá el viento. Mientras tanto, el camino va mutando de la extrañeza a la resignación. La curva del terreno, la curva de la luz, la curva de la vida, se funden en una sola. La evocación a Mansilla, el cronista elegante, despliega antes de comenzar la imagen de quien va, campo traviesa, hacia lo desconocido, en otro desierto, en otra hostilidad. La gran meseta avanza desde un presente detenido hacia un futuro incierto, que llegará, así como el fin del mundo en Los hombres huecos (T.S. Elliot), sin ruido; abriéndose paso como una bestia sigilosa, de la que difícilmente podremos escapar.