Olivia Milberg
Lobo de mar
Añosluz Editora

Páginas:
Formato:
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9789874083418

Soy del río, de la laguna y lo lindo de no conocer el mar es la metáfora, cómo crece. Y lo lindo de conocerlo por Olivia es que ahora respira, tiene alas y piel, puede entrar en ella y hacer un nacimiento: ... la boca para conocerme la voz, dice, y yo no sólo le conocí la voz sino el mar. Su mar es algo feroz y tiene espejo en la ternura, todo ironía, como el poema, como nosotros; un todo ir por el amor hacia la muerte donde: La ofrenda fuimos siempre nosotros. Lobo de mar te deja el corazón al aire, al sol. Franco Rivero El título Lobo de mar junta dos de las palabras más atractivas para lxs poetas y artistas de todos los tiempos. Para el poeta Alexander Pushkin es el mar del adiós, de la última mirada. El del pintor romántico David Caspar Friedrich desconoce los límites y borra el horizonte. El de Alfonsina Stomi es un corazón malo, fiero, dador de cólera tremenda. El mar de Olivia Milberg es una bestia, un dios que desoyó nuestros rezos: Que no se chupen ningún hombre, por favor ningún niño. Natalia Litvinova

Lobo de mar

$8.000,00
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Soy del río, de la laguna y lo lindo de no conocer el mar es la metáfora, cómo crece. Y lo lindo de conocerlo por Olivia es que ahora respira, tiene alas y piel, puede entrar en ella y hacer un nacimiento: ... la boca para conocerme la voz, dice, y yo no sólo le conocí la voz sino el mar. Su mar es algo feroz y tiene espejo en la ternura, todo ironía, como el poema, como nosotros; un todo ir por el amor hacia la muerte donde: La ofrenda fuimos siempre nosotros. Lobo de mar te deja el corazón al aire, al sol. Franco Rivero El título Lobo de mar junta dos de las palabras más atractivas para lxs poetas y artistas de todos los tiempos. Para el poeta Alexander Pushkin es el mar del adiós, de la última mirada. El del pintor romántico David Caspar Friedrich desconoce los límites y borra el horizonte. El de Alfonsina Stomi es un corazón malo, fiero, dador de cólera tremenda. El mar de Olivia Milberg es una bestia, un dios que desoyó nuestros rezos: Que no se chupen ningún hombre, por favor ningún niño. Natalia Litvinova