Adolfo Colombres
Los bajos fondos del arte
Colihue

Páginas:
Formato:
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9789876842983

Decía Isidora Duncan que todo arte que no persigue lo sagrado no es arte, sino mera mercancía. Y a esto se podría añadir que las mismas mercancías, y en especial cuando se disfrazan de arte para asistir a las grandes ferias, son los nuevos fetiches de la sociedad de consumo. En el fondo, no nos queda más felicidad (realidad) que la del recuerdo, ni más paraíso que el paraíso perdido. Así como la destilación es la base de los perfumes más exquisitos, se podría decir que lo es también de la vida humana, tarea a la que se entrega el arte junto con el mito. Ambos, al hacerse cargo de lo real, lo inscriben en un continuo donde lo visible se amalgama con lo invisible, produciendo esos relumbres antiguos de la polisemia, propios de la poesía. Con el título Los bajos fondos del arte no se alude a un espacio degrado donde todo se confunde o deja de ser lo que es. Por el contrario, se usa como puntapié para pensar ese reino de lo numinoso, de lo saturado del ser. 

Los bajos fondos del arte

$22.100,00
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Decía Isidora Duncan que todo arte que no persigue lo sagrado no es arte, sino mera mercancía. Y a esto se podría añadir que las mismas mercancías, y en especial cuando se disfrazan de arte para asistir a las grandes ferias, son los nuevos fetiches de la sociedad de consumo. En el fondo, no nos queda más felicidad (realidad) que la del recuerdo, ni más paraíso que el paraíso perdido. Así como la destilación es la base de los perfumes más exquisitos, se podría decir que lo es también de la vida humana, tarea a la que se entrega el arte junto con el mito. Ambos, al hacerse cargo de lo real, lo inscriben en un continuo donde lo visible se amalgama con lo invisible, produciendo esos relumbres antiguos de la polisemia, propios de la poesía. Con el título Los bajos fondos del arte no se alude a un espacio degrado donde todo se confunde o deja de ser lo que es. Por el contrario, se usa como puntapié para pensar ese reino de lo numinoso, de lo saturado del ser.