Guillermo Saccomanno
Los días Trakl
Las Cuarenta

Páginas: 144
Formato: 13,5 x 21 cm.
Peso: 0.2 kgs.
ISBN: 9789874936202

Guillermo Saccomanno saca a pasear, literalmente, a Georg Trakl. Un diario de lecturas es eso: un nomadismo de las palabras que desencuentra el silencio, aunque desearía apuntar a él. Llevado de la mano por Saccomanno, Trakl conversa, dialoga, debate o disputa con quien se quiera nombrar del elenco de la cultura del siglo XX: de Rilke a Heidegger, de Hölderlin a Peter Handke, Béla Tarr o el zen. Sobre todo, Wittgenstein: si a este puede leérselo como poeta, a Trakl se lo puede hacer filósofo. No es exhibicionismo erudito. Es que Trakl permite encontrar la poesía por detrás de los grandes nombres, incluso en la observación minuciosa de una mosca. Y se la puede encontrar acá nomás: Trakl pasea por Olivos, por San Telmo, por la calle Carlos Pellegrini, por Villa Gesell. Conversando en rioplatense, por ejemplo, con la Pizarnik. ¿Un Trakl también "nacional", pues? Por qué no, entendiendo por eso no una "traducción (imposible) sino una traslación del dolor universal a la vuelta de la esquina. Trakl le interesa a Saccomanno, como quien dice interesa al cuerpo. Eduardo Grüner

Los días Trakl

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Las Cuarenta

Páginas: 144
Formato: 13,5 x 21 cm.
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ISBN: 9789874936202

Guillermo Saccomanno saca a pasear, literalmente, a Georg Trakl. Un diario de lecturas es eso: un nomadismo de las palabras que desencuentra el silencio, aunque desearía apuntar a él. Llevado de la mano por Saccomanno, Trakl conversa, dialoga, debate o disputa con quien se quiera nombrar del elenco de la cultura del siglo XX: de Rilke a Heidegger, de Hölderlin a Peter Handke, Béla Tarr o el zen. Sobre todo, Wittgenstein: si a este puede leérselo como poeta, a Trakl se lo puede hacer filósofo. No es exhibicionismo erudito. Es que Trakl permite encontrar la poesía por detrás de los grandes nombres, incluso en la observación minuciosa de una mosca. Y se la puede encontrar acá nomás: Trakl pasea por Olivos, por San Telmo, por la calle Carlos Pellegrini, por Villa Gesell. Conversando en rioplatense, por ejemplo, con la Pizarnik. ¿Un Trakl también "nacional", pues? Por qué no, entendiendo por eso no una "traducción (imposible) sino una traslación del dolor universal a la vuelta de la esquina. Trakl le interesa a Saccomanno, como quien dice interesa al cuerpo. Eduardo Grüner