Hernán Vergara
Luces ajenas
VS Editores . Voria Stefanovsky editores

Páginas:
Formato:
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9789874139191

“Perdón las incoherencias, son conexiones potenciales”. Esta disculpa, esta gran frase de Luces ajenas, podría ser acaso su declaración de principios, o también, por qué no, algo así como su manifiesto. Y podría serlo esto: “A Ana le pasaron dos cosas que no tienen relación entre sí, pero que tal vez la tengan si las decimos una atrás de la otra” O bien esto: “En realidad, las cosas integradas son las que se desarman”. O incluso esto: “Todo es verdad. ¡Hasta la mentira!”. Literatura de conexiones potenciales, labradas genialmente con lo que sin eso sería incoherencia; literatura de la puesta en relación de lo que de por sí no está relacionado, y a la vez de la desintegración de lo que antes se conectó y se articuló. Literatura de disfraces verdaderos, de caras inventadas para ser lo que no se es, de lo imposible asumido con suave naturalidad. Hernán Bergara escribe a puro desvío y a puro contrasentido. Aquí hay que mirar a uno para poder ver a otro, y hablarle a otros para contestarle a uno; hay que construir una casa para poder irse y la única forma de ser espontáneo es obligándose. No hay pues relato, ni mundo, sin dislocación y sin descalabro. Las “certezas doblegadas” que se mencionan casi al principio están en todos los textos del libro, insistiendo sobre lo imposible sin volverlo previsible, sin caer en la repetición de sorpresas. Entre las expresiones socialmente degradadas de nuestro tiempo, ahí donde la sociedad de nuestro tiempo se aplica a degradar expresiones, consta ésta: “Jajaja”. Se usa hoy de la peor manera y para las peores cosas. Hernán Bergara la recupera, a golpes de parodia. Y con ello recupera también, de una mane rapor demás admirable, la potencia radical del humor, la dicha corrosiva, del reír, la soberanía gozosa de lo cómico, la escena carnavalesca en la que el bufón, por puro ocupar el lugar del rey, se vuelve rey, y resulta mejor que el original. MARTÍN KOHAN

Luces ajenas

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“Perdón las incoherencias, son conexiones potenciales”. Esta disculpa, esta gran frase de Luces ajenas, podría ser acaso su declaración de principios, o también, por qué no, algo así como su manifiesto. Y podría serlo esto: “A Ana le pasaron dos cosas que no tienen relación entre sí, pero que tal vez la tengan si las decimos una atrás de la otra” O bien esto: “En realidad, las cosas integradas son las que se desarman”. O incluso esto: “Todo es verdad. ¡Hasta la mentira!”. Literatura de conexiones potenciales, labradas genialmente con lo que sin eso sería incoherencia; literatura de la puesta en relación de lo que de por sí no está relacionado, y a la vez de la desintegración de lo que antes se conectó y se articuló. Literatura de disfraces verdaderos, de caras inventadas para ser lo que no se es, de lo imposible asumido con suave naturalidad. Hernán Bergara escribe a puro desvío y a puro contrasentido. Aquí hay que mirar a uno para poder ver a otro, y hablarle a otros para contestarle a uno; hay que construir una casa para poder irse y la única forma de ser espontáneo es obligándose. No hay pues relato, ni mundo, sin dislocación y sin descalabro. Las “certezas doblegadas” que se mencionan casi al principio están en todos los textos del libro, insistiendo sobre lo imposible sin volverlo previsible, sin caer en la repetición de sorpresas. Entre las expresiones socialmente degradadas de nuestro tiempo, ahí donde la sociedad de nuestro tiempo se aplica a degradar expresiones, consta ésta: “Jajaja”. Se usa hoy de la peor manera y para las peores cosas. Hernán Bergara la recupera, a golpes de parodia. Y con ello recupera también, de una mane rapor demás admirable, la potencia radical del humor, la dicha corrosiva, del reír, la soberanía gozosa de lo cómico, la escena carnavalesca en la que el bufón, por puro ocupar el lugar del rey, se vuelve rey, y resulta mejor que el original. MARTÍN KOHAN