Eurípides , Elsa Rodríguez Cidre
Medea
Losada

Páginas:
Formato:
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 978950-03-9780-3

La tragedia Medea obtuvo un tercer puesto en el certamen del 431 a.C. Se trata de una obra inicial en la carrera literaria de Eurípides, pero incluso en instancias tan tempranas el poeta muestra ya su tendencia a la innovación. En cuanto al argumento de Medea, Eurípides fue el primero en hacer de la protagonista una filicida. En las versiones previas de la tradición mítica, los hijos de Medea mueren por efecto de acciones de la madre pero no a manos de ella, sino lapidados por los corintios en castigo por haberle llevado a la hija de Creonte el vestido y las joyas causantes de su muerte. Este dato es fundamental para comprender el modo en que Eurípides desarrolla su trama y para poder calibrar lo que sus primeros espectadores debieron haber experimentado cuando la protagonista se dirigió finalmente hacia la comisión de este doble filicidio. En este sentido, resultan muy significativos los indicios (a menudo engañosos) que personajes como la nodriza van perfilando en sus discursos respecto a la modalidad que adoptará al fin la venganza de la esposa abandonada. En la tragedia griega, las mujeres vengadoras aparecen con un gran despliegue, pero ninguna de ellas provoca tanta zozobra como esta filicida con su singular lucidez.

Medea

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La tragedia Medea obtuvo un tercer puesto en el certamen del 431 a.C. Se trata de una obra inicial en la carrera literaria de Eurípides, pero incluso en instancias tan tempranas el poeta muestra ya su tendencia a la innovación. En cuanto al argumento de Medea, Eurípides fue el primero en hacer de la protagonista una filicida. En las versiones previas de la tradición mítica, los hijos de Medea mueren por efecto de acciones de la madre pero no a manos de ella, sino lapidados por los corintios en castigo por haberle llevado a la hija de Creonte el vestido y las joyas causantes de su muerte. Este dato es fundamental para comprender el modo en que Eurípides desarrolla su trama y para poder calibrar lo que sus primeros espectadores debieron haber experimentado cuando la protagonista se dirigió finalmente hacia la comisión de este doble filicidio. En este sentido, resultan muy significativos los indicios (a menudo engañosos) que personajes como la nodriza van perfilando en sus discursos respecto a la modalidad que adoptará al fin la venganza de la esposa abandonada. En la tragedia griega, las mujeres vengadoras aparecen con un gran despliegue, pero ninguna de ellas provoca tanta zozobra como esta filicida con su singular lucidez.