Alejandro Güerri, Natsume Soseki, Amalia Sato
Mi almohada de hierbas
Abducción editorial

Páginas: 284
Formato:
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9789569673535

Publicada en 1906, Mi almohada de hierbas es una de las obras más singulares de Natsume Sseki, figura fundamental de la literatura japonesa y uno de los más grandes escritores de la historia. En esta «novela haiku», un artista viaja a un remoto pueblo de montaña buscando la distancia necesaria para transformar la vida en arte. Sus observaciones que mezclan poesía, pintura y reflexión se convierten en una suerte de cuaderno de notas para creadores, una declaración estética en la que los gestos cotidianos se examinan como si fueran parte de un vasto lienzo. Lejos de la narración convencional, Sseki ensaya aquí una forma distinta de novela: sin trama lineal y construida a partir de escenas y poemas que se suceden como cuadros. En lugar de la tensión dramática, lo que importa es el acto mismo de contemplar, la certeza de que el arte puede ser un fin en sí mismo. El resultado es un manifiesto literario y pictórico, una apuesta distinta en la obra de Sseki, que valora lo efímero como parte de lo sublime.

Mi almohada de hierbas

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Alejandro Güerri, Natsume Soseki, Amalia Sato
Mi almohada de hierbas
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Páginas: 284
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Publicada en 1906, Mi almohada de hierbas es una de las obras más singulares de Natsume Sseki, figura fundamental de la literatura japonesa y uno de los más grandes escritores de la historia. En esta «novela haiku», un artista viaja a un remoto pueblo de montaña buscando la distancia necesaria para transformar la vida en arte. Sus observaciones que mezclan poesía, pintura y reflexión se convierten en una suerte de cuaderno de notas para creadores, una declaración estética en la que los gestos cotidianos se examinan como si fueran parte de un vasto lienzo. Lejos de la narración convencional, Sseki ensaya aquí una forma distinta de novela: sin trama lineal y construida a partir de escenas y poemas que se suceden como cuadros. En lugar de la tensión dramática, lo que importa es el acto mismo de contemplar, la certeza de que el arte puede ser un fin en sí mismo. El resultado es un manifiesto literario y pictórico, una apuesta distinta en la obra de Sseki, que valora lo efímero como parte de lo sublime.