Sebastián Plut
Pandemia, retórica neoliberal y opinión pública
Ricardo Vergara ediciones

Páginas: 160
Formato: 15 x 22 cm.
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9789878406077

Entendemos realmente en que consiste opinión pública? ¿Se trata, efectivamente, de una pugna en que un sentido se bate contra otro? Ciertas gestas suponen ideas y acciones que se contraponen a otras ideas y acciones,una lidia en que los códigos son comunes y, por lo tanto, los mesesajes son descifrables y el desacuerdo se da en un mismo idioma. Sin embargo, la hipótesis que deseo soneter al juicio de los lectores es que ciertos debates no son, strico sensu, debates de ideas, sencillamente porque lo esencia de la polémica en la opinión pública no es una tienda de contenidos sino de las lógicas inherentes a pesar se dan allí discusiones en dos lenguas aderentes y con una doble desventaja para quienes intentamos refutar al neoliberalismo: por un lado, no siempre advertimos que el código ajeno es diverso, por otro lado, y más en aún, es posible que ni siquiera hayamos, por el momento, comprendido en qué consiste aquél código. La comunicación política, tal como la entendemos, choca impotente contra el sentido común, precisamente porque mientras esperamos que de dos argumentos ganará el mejor (para decirlo en lenguaje de infancia), la brecha se da en otro nivel, a saber, el de las lógicas con que opera la mente. Para decirlo en otros términos, mientras el neoliberalismo impone un sentido común, nuestros esfuerzos se dirigen a comunúcar sentido, y entre ambos propósitos, hay una irreductabilidad radical.

Pandemia, retórica neoliberal y opinión pública

$7.100,00
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Ricardo Vergara ediciones

Páginas: 160
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Entendemos realmente en que consiste opinión pública? ¿Se trata, efectivamente, de una pugna en que un sentido se bate contra otro? Ciertas gestas suponen ideas y acciones que se contraponen a otras ideas y acciones,una lidia en que los códigos son comunes y, por lo tanto, los mesesajes son descifrables y el desacuerdo se da en un mismo idioma. Sin embargo, la hipótesis que deseo soneter al juicio de los lectores es que ciertos debates no son, strico sensu, debates de ideas, sencillamente porque lo esencia de la polémica en la opinión pública no es una tienda de contenidos sino de las lógicas inherentes a pesar se dan allí discusiones en dos lenguas aderentes y con una doble desventaja para quienes intentamos refutar al neoliberalismo: por un lado, no siempre advertimos que el código ajeno es diverso, por otro lado, y más en aún, es posible que ni siquiera hayamos, por el momento, comprendido en qué consiste aquél código. La comunicación política, tal como la entendemos, choca impotente contra el sentido común, precisamente porque mientras esperamos que de dos argumentos ganará el mejor (para decirlo en lenguaje de infancia), la brecha se da en otro nivel, a saber, el de las lógicas con que opera la mente. Para decirlo en otros términos, mientras el neoliberalismo impone un sentido común, nuestros esfuerzos se dirigen a comunúcar sentido, y entre ambos propósitos, hay una irreductabilidad radical.