Noam Chomsky
RAZÓN CONTRA PODER
HERMIDA

Páginas: 176
Formato: 140x215
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9788412123500

Noam Chomsky es uno de los intelectuales más conocidos del mundo. Sus análisis de la situación política internacional desde el pensamiento de la izquierda lo han convertido en una voz crítica de primer orden en los Estados Unidos y en Europa, sirviendo de inspiración a los diversos movimientos anti-globalización. Todo ello con los instrumentos propios del humanista: datos, sentido común, penetración y responsabilidad ética. Chomsky expone y argumenta una idea que en otras de sus obras no aparece fundada con la misma claridad: trasladar la apuesta de Pascal a principio conductor de la idea de progreso: «Yo no diría que “creo firmemente en el progreso”. Prefiero la modificación de la apuesta de Pascal a la cual se refiere nuestro debate: si abandonamos la esperanza y nos resignamos a la pasividad, nos aseguramos de que, ciertamente, sucederá lo peor; si conservamos la esperanza y trabajamos duro para que sus promesas se materialicen, la situación puede mejorar». Ésa es la verdadera ocasión que tenemos para ejercer nuestra libertad, y a la vez una invitación a actuar política y socialmente que nos brinde la posibilidad de «no perder la esperanza ni resignarnos a la pasividad».

RAZÓN CONTRA PODER

$38.912,00
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Noam Chomsky es uno de los intelectuales más conocidos del mundo. Sus análisis de la situación política internacional desde el pensamiento de la izquierda lo han convertido en una voz crítica de primer orden en los Estados Unidos y en Europa, sirviendo de inspiración a los diversos movimientos anti-globalización. Todo ello con los instrumentos propios del humanista: datos, sentido común, penetración y responsabilidad ética. Chomsky expone y argumenta una idea que en otras de sus obras no aparece fundada con la misma claridad: trasladar la apuesta de Pascal a principio conductor de la idea de progreso: «Yo no diría que “creo firmemente en el progreso”. Prefiero la modificación de la apuesta de Pascal a la cual se refiere nuestro debate: si abandonamos la esperanza y nos resignamos a la pasividad, nos aseguramos de que, ciertamente, sucederá lo peor; si conservamos la esperanza y trabajamos duro para que sus promesas se materialicen, la situación puede mejorar». Ésa es la verdadera ocasión que tenemos para ejercer nuestra libertad, y a la vez una invitación a actuar política y socialmente que nos brinde la posibilidad de «no perder la esperanza ni resignarnos a la pasividad».