Diego Tatián
Spinoza y el arte
Las Cuarenta

Páginas: 144
Formato:
Peso: 0.198 kgs.
ISBN: 9789874936851

¿Qué es una vida spinozista? Vida activa; vida del deseo; deseo de vivir abierto a la experiencia; producción de ideas, de vínculos y de objetos que se determinan por la plenitud inmanente a la vita activa. Una vida sin museo, una vida sin obra, desobrada. Spinozista sería el adjetivo con el que designar una vida más allá de la belleza, más allá del bien, más allá del gusto y más allá del juicio. El arte como forma de vida spinozista no equivale a una vida de artista; más bien abre a una práctica de la impropiedad y de la impersonalidad que libera del culto de sí, y lleva el nombre de ética. ¿Qué es, entonces, una manera spinozista de vivir? Seguramente no un modo de vida filosófico, especulativo, sustraído, ni un cuidado de sí, sino acaso un arte de producir encuentros que generen o prolonguen una potencia intelectual-amorosa de inventar comunidades abiertas, comunidades inconfesables, comunidades de resistencia, comunidades revolucionarias, comunidades irrecíprocas o comunidades invisibles. Generación de afectos comunes, nociones comunes y acciones comunes capaces de prosperar por acumulación hacia lo que aún no conocemos, y de resistencia a lo que envilece, entristece y bloquea.

Spinoza y el arte

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¿Qué es una vida spinozista? Vida activa; vida del deseo; deseo de vivir abierto a la experiencia; producción de ideas, de vínculos y de objetos que se determinan por la plenitud inmanente a la vita activa. Una vida sin museo, una vida sin obra, desobrada. Spinozista sería el adjetivo con el que designar una vida más allá de la belleza, más allá del bien, más allá del gusto y más allá del juicio. El arte como forma de vida spinozista no equivale a una vida de artista; más bien abre a una práctica de la impropiedad y de la impersonalidad que libera del culto de sí, y lleva el nombre de ética. ¿Qué es, entonces, una manera spinozista de vivir? Seguramente no un modo de vida filosófico, especulativo, sustraído, ni un cuidado de sí, sino acaso un arte de producir encuentros que generen o prolonguen una potencia intelectual-amorosa de inventar comunidades abiertas, comunidades inconfesables, comunidades de resistencia, comunidades revolucionarias, comunidades irrecíprocas o comunidades invisibles. Generación de afectos comunes, nociones comunes y acciones comunes capaces de prosperar por acumulación hacia lo que aún no conocemos, y de resistencia a lo que envilece, entristece y bloquea.