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Marianne Costa, Ana Groch
Tarot del Tango (Cartas + Libro)
Buenaventura SH

Páginas: 232
Formato: 7 x 12 cm.
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9789878639765

Concebir un "oráculo tanguero", fundiendo la simbología y la numerología del Tarot con el universo del género rioplatense, revela un mundo de correspondencias profundas entre ambas disciplinas. Ambas son actividades aparentemente profanas, que pueden llegar a suscitar una dimensión pasional y hasta mística, en el alma de quien las practica. El Tarot fue inicialmente usado como baraja de juego, antes de adquirir, en el siglo XIX, la dignidad de herramienta para resolver dudas y preguntas. El Tango nació en los prostíbulos de finales del siglo XIX en Buenos Aires y Montevideo antes de expandirse por el mundo entero, como canto y baile de las incertidumbres del alma humana. Ambos, Tarot y Tango, desarrollaron una filosofía y un arte de vivir basado en nuestra imprescindible relación con la belleza. Ambos tienen raíces en los bajos fondos y fama maleva pero terminan llegando a todas las clases y estratos sociales. Ambos constituyen un "arte de la relación" y exigen, además de cierta virtuosidad, cualida- des esenciales de intimidad, presencia y escucha. Ambos nos enseñan como desarrollar dentro de un marco implacable la libertad interpretativa: los códigos estéticos, culturales y rítmico(numerológicos, en el caso del Tarot), constituyen la base y el límite del virtuosismo individual. Ambas disciplinas tienen una estrecha relación con la poesía de su tiempo: desde los Triunfos de Petrarca en el Renacimiento hasta los Surrealistas del siglo XX, el Tarot evolucionó de acuerdo con los grandes movimientos poéticos de su época; de la misma manera, las más grandes voces poéticas, prestaron sus versos al Tango. En este mazo, las figuras de corte clásico del Tarot de Marsella han sido reemplazadas por sus equivalentes tangueros. Reina y Rey son los bailarines que prestan al compás sus virtuosos traspiés y firuletes, y alivian la eterna nostalgia de la poesía tanguera en el calor de su abrazo. El Caballero se vuelve cantor,cabalgando sobre la intensidad domesticada de la orquesta. La Sota, representada en su versión femenina como instrumentista, honra el doble sentido de su etimología: está "subyacente" como quien sirve con humildad, pero también como quien sostiene: sin músicos, simplemente no hay tango. Los arcanos mayores, o triunfos, componen tradicionalmente un conjunto de 22 cartas estrechamente relacionadas por su simbolismo y su numerología. Era un gran desafío llegar a tal unidad pidiendo a 22 artistas su propia versión de esos arcanos. Pero el repertorio visual y emblemático del Tango sigue tejiendo lazos entre las cartas. Por ejemplo, las tres apariciones del director y compositor Osvaldo Pugliese, canonizado en la memoria colectiva como figura tutelar del mundo musical. En el Tarot clásico, San Pugliese correspondería a los ángeles que aparecen en varias cartas. De la misma manera, la pareja Emperatriz-Emperador comparte fueye y baldosas, como la del Tarot de Marsella comparte cetro y águila. Al fin de cuentas, quien practica Tarot o Tango con dedicación y amor termina descubriendo que ambos son "un viaje de ida". Es decir, un auténtico camino de vida.

Tarot del Tango (Cartas + Libro)

$19.900,00
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Formato: 7 x 12 cm.
Peso: 0.3 kgs.
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Concebir un "oráculo tanguero", fundiendo la simbología y la numerología del Tarot con el universo del género rioplatense, revela un mundo de correspondencias profundas entre ambas disciplinas. Ambas son actividades aparentemente profanas, que pueden llegar a suscitar una dimensión pasional y hasta mística, en el alma de quien las practica. El Tarot fue inicialmente usado como baraja de juego, antes de adquirir, en el siglo XIX, la dignidad de herramienta para resolver dudas y preguntas. El Tango nació en los prostíbulos de finales del siglo XIX en Buenos Aires y Montevideo antes de expandirse por el mundo entero, como canto y baile de las incertidumbres del alma humana. Ambos, Tarot y Tango, desarrollaron una filosofía y un arte de vivir basado en nuestra imprescindible relación con la belleza. Ambos tienen raíces en los bajos fondos y fama maleva pero terminan llegando a todas las clases y estratos sociales. Ambos constituyen un "arte de la relación" y exigen, además de cierta virtuosidad, cualida- des esenciales de intimidad, presencia y escucha. Ambos nos enseñan como desarrollar dentro de un marco implacable la libertad interpretativa: los códigos estéticos, culturales y rítmico(numerológicos, en el caso del Tarot), constituyen la base y el límite del virtuosismo individual. Ambas disciplinas tienen una estrecha relación con la poesía de su tiempo: desde los Triunfos de Petrarca en el Renacimiento hasta los Surrealistas del siglo XX, el Tarot evolucionó de acuerdo con los grandes movimientos poéticos de su época; de la misma manera, las más grandes voces poéticas, prestaron sus versos al Tango. En este mazo, las figuras de corte clásico del Tarot de Marsella han sido reemplazadas por sus equivalentes tangueros. Reina y Rey son los bailarines que prestan al compás sus virtuosos traspiés y firuletes, y alivian la eterna nostalgia de la poesía tanguera en el calor de su abrazo. El Caballero se vuelve cantor,cabalgando sobre la intensidad domesticada de la orquesta. La Sota, representada en su versión femenina como instrumentista, honra el doble sentido de su etimología: está "subyacente" como quien sirve con humildad, pero también como quien sostiene: sin músicos, simplemente no hay tango. Los arcanos mayores, o triunfos, componen tradicionalmente un conjunto de 22 cartas estrechamente relacionadas por su simbolismo y su numerología. Era un gran desafío llegar a tal unidad pidiendo a 22 artistas su propia versión de esos arcanos. Pero el repertorio visual y emblemático del Tango sigue tejiendo lazos entre las cartas. Por ejemplo, las tres apariciones del director y compositor Osvaldo Pugliese, canonizado en la memoria colectiva como figura tutelar del mundo musical. En el Tarot clásico, San Pugliese correspondería a los ángeles que aparecen en varias cartas. De la misma manera, la pareja Emperatriz-Emperador comparte fueye y baldosas, como la del Tarot de Marsella comparte cetro y águila. Al fin de cuentas, quien practica Tarot o Tango con dedicación y amor termina descubriendo que ambos son "un viaje de ida". Es decir, un auténtico camino de vida.