Natalia Aguerre, Sandra Siemens
Un nudo en la garganta
Periplo

Páginas: 48
Formato:
Peso: 0.225 kgs.
ISBN: 9789874975829

En la escuela, la señorita pidió que todos hicieran un dibujo. Una casita allá, un árbol acá.. y un chancho - no un cerdo, un señor chancho- violeta, violetísimo y embarrado, por acá. Una obra de arte. ¿Cómo no va a estar orgullosa la protagonista de este cuento? Pero a la seño, uhm, parece que no le gustó tanto y, sin explicaciones, eligió el dibujo de otra niña para colgar en la pared. Al volver a casa, frente a la merienda, zas: no puede comer. Tengo algo en la garganta y no puedo tragar, dice Ana. La mamá, preocupada, le recuerda: para crecer sanos y fuertes ¡hay que comer bien! Pero no hay caso: eso en la garganta sigue ahí y no deja pasar ni a los zapallitos, que son su comida preferida. ¿Hará falta ver a un doctor? Allá va la familia y descubren que eso que parecía una cosa sin forma ¡es un nudo en la garganta! ¿Habrá que ver a una eminencia? ¿Cómo se deshace un nudo invisible que no nos deja tranquilos? ¿Será que una doctora extranjera, otro chancho violeta y una alegría inesperada puedan ser santo remedio? El final es feliz: el nudo se desata, Ana recupera su apetito y puede retomar su vida, una vida sana en la que se puede mirar el mundo desde la sensibilidad propia y en la que las experiencias pueden ser expresadas con libertad artística.

Un nudo en la garganta

$17.800,00
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Natalia Aguerre, Sandra Siemens
Un nudo en la garganta
Periplo

Páginas: 48
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ISBN: 9789874975829

En la escuela, la señorita pidió que todos hicieran un dibujo. Una casita allá, un árbol acá.. y un chancho - no un cerdo, un señor chancho- violeta, violetísimo y embarrado, por acá. Una obra de arte. ¿Cómo no va a estar orgullosa la protagonista de este cuento? Pero a la seño, uhm, parece que no le gustó tanto y, sin explicaciones, eligió el dibujo de otra niña para colgar en la pared. Al volver a casa, frente a la merienda, zas: no puede comer. Tengo algo en la garganta y no puedo tragar, dice Ana. La mamá, preocupada, le recuerda: para crecer sanos y fuertes ¡hay que comer bien! Pero no hay caso: eso en la garganta sigue ahí y no deja pasar ni a los zapallitos, que son su comida preferida. ¿Hará falta ver a un doctor? Allá va la familia y descubren que eso que parecía una cosa sin forma ¡es un nudo en la garganta! ¿Habrá que ver a una eminencia? ¿Cómo se deshace un nudo invisible que no nos deja tranquilos? ¿Será que una doctora extranjera, otro chancho violeta y una alegría inesperada puedan ser santo remedio? El final es feliz: el nudo se desata, Ana recupera su apetito y puede retomar su vida, una vida sana en la que se puede mirar el mundo desde la sensibilidad propia y en la que las experiencias pueden ser expresadas con libertad artística.