Aleksandar Hemon, Eduardo Jordá
Cómo se hizo La guerra de los zombis
Libros del Asteroide

Páginas: 336
Formato:
Peso: 0.438 kgs.
ISBN: 9788416213696

Chicago, 2003. Joshua Levin treintañero judío, aspirante eterno a guionista sobrevive impartiendo clases de inglés a inmigrantes recién llegados mientras llena su portátil con ideas descabelladas de películas que nunca despegan. Sólo una le obsesiona: La guerra de los zombis, un guion sobre un pelotón de soldados estadounidenses que combate muertos vivientes en Irak. La invasión real del Golfo retumba en los noticieros y Joshua imagina paralelismos entre sus zombis y la maquinaria bélica que ve desplegarse en televisión. La vida diaria, sin embargo, es mucho menos épica: comparte piso con Kimiko, novia ultra-cool pero distante; lidia con un taller de guionistas tan perdido como él y carga con un padre enfermo de cáncer. Su casero, Stagger, veterano de la Tormenta del Desierto y dueño de una katana samurái, irrumpe a menudo en su apartamento para pontificar sobre patriotismo o registrar la ropa sucia de Joshua, detonante de tensiones grotescas. Todo se complica cuando Joshua, en plena espiral de inseguridad creativa y sexual, se acuesta con Ana alumna bosnia de sus clases, cuya vida arrastra un marido violento, una hija adolescente y las cicatrices de la guerra balcánica. El affair desencadena una cadena de situaciones delirantes: persecuciones nocturnas, amenazas de muerte, ira marital y la intervención heroica (o chapucera) de Stagger. A medida que la realidad se vuelve cada vez más caótica, las escenas del guion de zombis se filtran en la narración: Joshua fantasea con diálogos, efectos especiales low-cost y dilemas tácticos sobre si los no-muertos pueden tener sexo. El relato alterna comedia negra, sátira cultural y momentos de vulnerabilidad brutal. Joshua bebe, merodea por bares universitarios, deja que sus alumnos un microcosmos de la diáspora pos-Yugoslavia diseccionen su vida amorosa y sueña con el éxito hollywoodense. En paralelo, la noche posterior al 11-S cubre la ciudad como un telón de fondo: paranoia, militarismo y la promesa de que el sueño americano sólo recompensa a los realmente despiadados. La novela se precipita hacia un clímax violento y descacharrante donde la frontera entre la guerra de los zombis ficticia y los impulsos destructivos de los personajes se vuelve indistinguible, recordándole a Joshua (y al lector) que las verdaderas guerras rara vez necesitan cadáveres reanimados para devorar a los vivos. Claves para entender su importancia: Metaficción y sátira contemporánea: Hemon usa el guion de zombis como espejo grotesco de la política de EE.UU. tras el 11-S, ridiculizando la retórica bélica y el culto a la violencia pop. Retrato del desencanto millennial: Joshua encarna la generación que acumula títulos y proyectos pero teme comprometerse; su parálisis creativa refleja la ansiedad laboral y sentimental del primer siglo XXI. Humor negro con fondo existencial: Escatología zombi, sexo incómodo y diálogos afilados sirven para exponer la fragilidad masculina y la confusión cultural de una América multicultural y traumatizada. Voces migrantes: La presencia de Ana y su círculo bosnio introduce las guerras balcánicas experiencia personal del autor y confronta la indiferencia estadounidense frente a conflictos ajenos. Estilo Hemon: Comparado con Nabokov por escribir en su segunda lengua, el autor combina sintaxis vibrante y observación mordaz; cada frase persigue la precisión y el extrañamiento literario. Lectura ligera que muerde: Aunque sea su novela más liviana, la mezcla de slapstick y crítica social confirma a Hemon como una de las voces más incisivas de la narrativa anglo-bosnia contemporánea.

Cómo se hizo La guerra de los zombis

$33.900,00
Cómo se hizo La guerra de los zombis $33.900,00
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Aleksandar Hemon, Eduardo Jordá
Cómo se hizo La guerra de los zombis
Libros del Asteroide

Páginas: 336
Formato:
Peso: 0.438 kgs.
ISBN: 9788416213696

Chicago, 2003. Joshua Levin treintañero judío, aspirante eterno a guionista sobrevive impartiendo clases de inglés a inmigrantes recién llegados mientras llena su portátil con ideas descabelladas de películas que nunca despegan. Sólo una le obsesiona: La guerra de los zombis, un guion sobre un pelotón de soldados estadounidenses que combate muertos vivientes en Irak. La invasión real del Golfo retumba en los noticieros y Joshua imagina paralelismos entre sus zombis y la maquinaria bélica que ve desplegarse en televisión. La vida diaria, sin embargo, es mucho menos épica: comparte piso con Kimiko, novia ultra-cool pero distante; lidia con un taller de guionistas tan perdido como él y carga con un padre enfermo de cáncer. Su casero, Stagger, veterano de la Tormenta del Desierto y dueño de una katana samurái, irrumpe a menudo en su apartamento para pontificar sobre patriotismo o registrar la ropa sucia de Joshua, detonante de tensiones grotescas. Todo se complica cuando Joshua, en plena espiral de inseguridad creativa y sexual, se acuesta con Ana alumna bosnia de sus clases, cuya vida arrastra un marido violento, una hija adolescente y las cicatrices de la guerra balcánica. El affair desencadena una cadena de situaciones delirantes: persecuciones nocturnas, amenazas de muerte, ira marital y la intervención heroica (o chapucera) de Stagger. A medida que la realidad se vuelve cada vez más caótica, las escenas del guion de zombis se filtran en la narración: Joshua fantasea con diálogos, efectos especiales low-cost y dilemas tácticos sobre si los no-muertos pueden tener sexo. El relato alterna comedia negra, sátira cultural y momentos de vulnerabilidad brutal. Joshua bebe, merodea por bares universitarios, deja que sus alumnos un microcosmos de la diáspora pos-Yugoslavia diseccionen su vida amorosa y sueña con el éxito hollywoodense. En paralelo, la noche posterior al 11-S cubre la ciudad como un telón de fondo: paranoia, militarismo y la promesa de que el sueño americano sólo recompensa a los realmente despiadados. La novela se precipita hacia un clímax violento y descacharrante donde la frontera entre la guerra de los zombis ficticia y los impulsos destructivos de los personajes se vuelve indistinguible, recordándole a Joshua (y al lector) que las verdaderas guerras rara vez necesitan cadáveres reanimados para devorar a los vivos. Claves para entender su importancia: Metaficción y sátira contemporánea: Hemon usa el guion de zombis como espejo grotesco de la política de EE.UU. tras el 11-S, ridiculizando la retórica bélica y el culto a la violencia pop. Retrato del desencanto millennial: Joshua encarna la generación que acumula títulos y proyectos pero teme comprometerse; su parálisis creativa refleja la ansiedad laboral y sentimental del primer siglo XXI. Humor negro con fondo existencial: Escatología zombi, sexo incómodo y diálogos afilados sirven para exponer la fragilidad masculina y la confusión cultural de una América multicultural y traumatizada. Voces migrantes: La presencia de Ana y su círculo bosnio introduce las guerras balcánicas experiencia personal del autor y confronta la indiferencia estadounidense frente a conflictos ajenos. Estilo Hemon: Comparado con Nabokov por escribir en su segunda lengua, el autor combina sintaxis vibrante y observación mordaz; cada frase persigue la precisión y el extrañamiento literario. Lectura ligera que muerde: Aunque sea su novela más liviana, la mezcla de slapstick y crítica social confirma a Hemon como una de las voces más incisivas de la narrativa anglo-bosnia contemporánea.