Facundo Giuliano, Noé Jitrik
Contrafilosofías de la evaluación
Miño y Davila

Páginas:
Formato:
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9788418929779

«Contrafilosofías de la evaluación» es otra vuelta de tuerca que nos revela y recuerda la confusión del rendimiento con la educación. Su fuerza permite una crítica de la razón evaluadora no solamente en pedagogía sino en el mundo que estamos viviendo. «Si la racionalidad del evaluar regula la escolaridad y se disfraza de enseñanza, el cálculo, la medida, el número o la letra que el juez/maestro/profesor dispone para evaluar y castigar, citando la expresión del propio Facundo, muestra cómo ciertas pedagogías (se) rinden para la eficacia y, al hacerlo, destituyen la aventura, el deleite, el entusiasmo, el placer de pensar. Cuando más información, menos pensamiento. Con la tecnología industrial del entretenimiento (televisión con 800 canales más las tabletas y los teléfonos i que nos esclavizan en las vías múltiples de la información) y sus apoyaturas institucionales, actanciales, políticas y económicas, el raciocinio evaluador cumple sin descanso su función: producir subjetividades usuarias, atontadas y adormecidas, que ya no preguntan, no piensan y entregan su alma. Si el pulso pedagógico formal es económicamente dominante, las pedagogías sin rendición enseñan que la educación no tiene por qué serlo. El raciocinio evaluador es tenaz, pero no es infalible. La desobediencia epistémica de las contrafilosofías nos permite y permitirá retomar la música y la alegría del pensar y del conversar, de espaldas a la racionalidad de la evaluación reducida a su propio reducto corporativo. Aunque también si vemos cómo la razón de evaluar es o se hace, percibiremos que su espacio-tiempo no es el de la vitalidad del discurrir y del educar. Hace ya varios años que converso con y leo a Facundo Giuliano, siguiéndolo en los innumerables vericuetos por los que combate sin tregua y sin pausa la razón evaluadora. Así compuso una fiesta exuberante de ideas, juegos lingüísticos, humor y revelación de los trapos sucios en el armario de las aulas, ocultos no solo por su puerta cerrada sino por el pulcro orden áulico ahora decorado con computadoras en los bancos y cada vez menos imágenes en las paredes. Con esto subrayo la fuerza que adquiere el argumento cuando Facundo lo amplía en la riqueza de anécdotas, de citas, de expresiones cotidianas que resquebrajan la formalidad académica; recuerdo a Julio Cortázar cuando en alguna parte dijo que para escribir no había que ponerse el esmoquin de doble botonadura con solapas en pico. Facundo despliega su escritura con soltura, lo imagino componiendo el texto como si jugara con las teclas del piano en el medio de la fiesta, busca la razón de la evaluación, juguetea, le recuerda que ya no tiene dónde esconderse si bien todavía tiene su lugar principal en las escuelas y en las universidades. Restituir la educación en las instituciones educativas, sin desatender cómo estas nos usan, es el compromiso necesario de este volumen afincado en el hacer y pensar fronterizos, en todo accionar resistente al control institucional.» Walter Mignolo Introito quizás innecesario, por Noé Jitrik Exordio > ¿Tanto apruebas, tanto vales? De pedagogías sin rendición > Contrafilosofías: no todo son grisáceos universos de polvo Bases modernas/coloniales del evaluar y avatares pedagógicos de alteridad > Preguntarnos sobre el racismo epistémico > Ego-pedagogías de la racionalidad moderna > La escuela colonial y sus condenadas de la tierra > E de evaluador, pero también de examinador/ejecutor > Violencias evaluativas > Educación en des-a-prendimiento > Enseñanza y transgresión, ¿un solo corazón? > Por otra descolonización pedagógica ¿Tienes razón evaluación? > La buena presencia de una racionalidad > Tecnologías entre la dominación y las libertades > Evaluar como base del dar muerte y, por lo Mismo, del evolucionismo > Disciplina, control y seguridad de lo normal > Formación de capital humano: empresas de sí > De pastores, pasturas y rebaños > El árbol común de la evaluación Aprobar/desaprobar (dos caras, una misma razón) vs. artes de resistir y de re-existir > Subjetividades y objetividades de (des)aprobación > Dos pulsiones vitales ante el espíritu inquisidor > Cuidados con la palabra exigencia y un neceser de la ociosidad > Inteligencia y extractivismo: bretes del maestro ignorante ante el arte (d)evaluador > Ribete: cuando el sujeto desea la obediencia debida a ese poder supuesto saber > Estudiar: ¿arte de lucha o artificio de supervivencia? > Al frente: otro arte y otra política del educar ¿Realidad de la ficción o ficción de la realidad? > Entrada: sobre minutos soberbios y una medida de la que nunca dispondremos > Actuaciones cinematográficas del problema >> Cuando un tropezón es caída >> La patraña de una premisa (nunca) igualitaria >> Esa peligrosa mujer llamada Divergencia >> Cada quien crea su propio mérito (o fracaso) > Intervalo: el lenguaje infectado del evaluar y lo inevaluable del educar >> Las balas de una razón > Telón: tirar la piedra y esconder la mano Complacencias con (e insurgencias contra) una racionalidad de impostura > A-notación > Mecanismo de moralización y calamidad pública: ¿una farsa con arraigo ontológico? > Comercio de muecas y grado de severidad: el factor subjetivo en las notas > Breve apunte sobre el antipopular y dictatorial tecnicismo pedagógico > ¿La dictadura evaluadora continúa? > O educación, o evaluación: llamamientos, evocaciones, rebeliones Aparatos de empequeñecimiento y mercantilismo pedagógico > Medidas del capital e inconmensurables > Autoevaluación como juicio de sí para > Empequeñecer, mercantilizar, responsabilizar > Política de empequeñecimiento expandida > El estar (y hacer) docente reducido a los finales trillados del aprobar y reprobar > ¿Salimos? Insumisión y huelga pedagógica Destinos que no tienen pruebas > Andar por la sombra y (no) estar a la sombra de... > Gestualidades inevaluables, pedagogías conjeturales > Incorregibles: poéticas del traspié > (Actitud) crítica y arte de no ser evaluada > ¡Guauch! Arte de no ser evaluado® y encarnaciones de la crítica Cito-grafía > Referencias bibliográficas de base > Del archivo evaluador Andanzas textuales La promesa, por Silvia N. Barei

Contrafilosofías de la evaluación

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Facundo Giuliano, Noé Jitrik
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Miño y Davila

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Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9788418929779

«Contrafilosofías de la evaluación» es otra vuelta de tuerca que nos revela y recuerda la confusión del rendimiento con la educación. Su fuerza permite una crítica de la razón evaluadora no solamente en pedagogía sino en el mundo que estamos viviendo. «Si la racionalidad del evaluar regula la escolaridad y se disfraza de enseñanza, el cálculo, la medida, el número o la letra que el juez/maestro/profesor dispone para evaluar y castigar, citando la expresión del propio Facundo, muestra cómo ciertas pedagogías (se) rinden para la eficacia y, al hacerlo, destituyen la aventura, el deleite, el entusiasmo, el placer de pensar. Cuando más información, menos pensamiento. Con la tecnología industrial del entretenimiento (televisión con 800 canales más las tabletas y los teléfonos i que nos esclavizan en las vías múltiples de la información) y sus apoyaturas institucionales, actanciales, políticas y económicas, el raciocinio evaluador cumple sin descanso su función: producir subjetividades usuarias, atontadas y adormecidas, que ya no preguntan, no piensan y entregan su alma. Si el pulso pedagógico formal es económicamente dominante, las pedagogías sin rendición enseñan que la educación no tiene por qué serlo. El raciocinio evaluador es tenaz, pero no es infalible. La desobediencia epistémica de las contrafilosofías nos permite y permitirá retomar la música y la alegría del pensar y del conversar, de espaldas a la racionalidad de la evaluación reducida a su propio reducto corporativo. Aunque también si vemos cómo la razón de evaluar es o se hace, percibiremos que su espacio-tiempo no es el de la vitalidad del discurrir y del educar. Hace ya varios años que converso con y leo a Facundo Giuliano, siguiéndolo en los innumerables vericuetos por los que combate sin tregua y sin pausa la razón evaluadora. Así compuso una fiesta exuberante de ideas, juegos lingüísticos, humor y revelación de los trapos sucios en el armario de las aulas, ocultos no solo por su puerta cerrada sino por el pulcro orden áulico ahora decorado con computadoras en los bancos y cada vez menos imágenes en las paredes. Con esto subrayo la fuerza que adquiere el argumento cuando Facundo lo amplía en la riqueza de anécdotas, de citas, de expresiones cotidianas que resquebrajan la formalidad académica; recuerdo a Julio Cortázar cuando en alguna parte dijo que para escribir no había que ponerse el esmoquin de doble botonadura con solapas en pico. Facundo despliega su escritura con soltura, lo imagino componiendo el texto como si jugara con las teclas del piano en el medio de la fiesta, busca la razón de la evaluación, juguetea, le recuerda que ya no tiene dónde esconderse si bien todavía tiene su lugar principal en las escuelas y en las universidades. Restituir la educación en las instituciones educativas, sin desatender cómo estas nos usan, es el compromiso necesario de este volumen afincado en el hacer y pensar fronterizos, en todo accionar resistente al control institucional.» Walter Mignolo Introito quizás innecesario, por Noé Jitrik Exordio > ¿Tanto apruebas, tanto vales? De pedagogías sin rendición > Contrafilosofías: no todo son grisáceos universos de polvo Bases modernas/coloniales del evaluar y avatares pedagógicos de alteridad > Preguntarnos sobre el racismo epistémico > Ego-pedagogías de la racionalidad moderna > La escuela colonial y sus condenadas de la tierra > E de evaluador, pero también de examinador/ejecutor > Violencias evaluativas > Educación en des-a-prendimiento > Enseñanza y transgresión, ¿un solo corazón? > Por otra descolonización pedagógica ¿Tienes razón evaluación? > La buena presencia de una racionalidad > Tecnologías entre la dominación y las libertades > Evaluar como base del dar muerte y, por lo Mismo, del evolucionismo > Disciplina, control y seguridad de lo normal > Formación de capital humano: empresas de sí > De pastores, pasturas y rebaños > El árbol común de la evaluación Aprobar/desaprobar (dos caras, una misma razón) vs. artes de resistir y de re-existir > Subjetividades y objetividades de (des)aprobación > Dos pulsiones vitales ante el espíritu inquisidor > Cuidados con la palabra exigencia y un neceser de la ociosidad > Inteligencia y extractivismo: bretes del maestro ignorante ante el arte (d)evaluador > Ribete: cuando el sujeto desea la obediencia debida a ese poder supuesto saber > Estudiar: ¿arte de lucha o artificio de supervivencia? > Al frente: otro arte y otra política del educar ¿Realidad de la ficción o ficción de la realidad? > Entrada: sobre minutos soberbios y una medida de la que nunca dispondremos > Actuaciones cinematográficas del problema >> Cuando un tropezón es caída >> La patraña de una premisa (nunca) igualitaria >> Esa peligrosa mujer llamada Divergencia >> Cada quien crea su propio mérito (o fracaso) > Intervalo: el lenguaje infectado del evaluar y lo inevaluable del educar >> Las balas de una razón > Telón: tirar la piedra y esconder la mano Complacencias con (e insurgencias contra) una racionalidad de impostura > A-notación > Mecanismo de moralización y calamidad pública: ¿una farsa con arraigo ontológico? > Comercio de muecas y grado de severidad: el factor subjetivo en las notas > Breve apunte sobre el antipopular y dictatorial tecnicismo pedagógico > ¿La dictadura evaluadora continúa? > O educación, o evaluación: llamamientos, evocaciones, rebeliones Aparatos de empequeñecimiento y mercantilismo pedagógico > Medidas del capital e inconmensurables > Autoevaluación como juicio de sí para > Empequeñecer, mercantilizar, responsabilizar > Política de empequeñecimiento expandida > El estar (y hacer) docente reducido a los finales trillados del aprobar y reprobar > ¿Salimos? Insumisión y huelga pedagógica Destinos que no tienen pruebas > Andar por la sombra y (no) estar a la sombra de... > Gestualidades inevaluables, pedagogías conjeturales > Incorregibles: poéticas del traspié > (Actitud) crítica y arte de no ser evaluada > ¡Guauch! Arte de no ser evaluado® y encarnaciones de la crítica Cito-grafía > Referencias bibliográficas de base > Del archivo evaluador Andanzas textuales La promesa, por Silvia N. Barei