Herman Melville, Andrés Barba , Gabriel Pacheco
Moby Dick o la ballena
Sexto Piso Editorial

Páginas: 760
Formato: 170 mm x 240 mm
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9788415601432

«Llamadme Ismael», el célebre íncipit de la obra maestra de Melville, actúa ya como un hechizo, la lectura se sucede como una fiebre. Junto a Ismael y el arponero Queequeg, el lector entra a formar parte de la tripulación del Pequod y se ve lanzado a una búsqueda demoníaca e insomne hasta los confines del mundo, una búsqueda que es a la vez aventura y maldición, y cuyos polos son Ahab y Moby Dick —la Ballena Blanca—, dos figuras atractivas, poderosas, complementarias: por un lado, el sombrío capitán, mutilado, con el alma desgarrada por la sed de venganza a quien no le importa empujar a sus hombres a una caza encarnizada, infatigable, obsesiva, aunque el precio a pagar sea el más alto; y por el otro, Moby Dick, ese cachalote espectral, escurridizo e invencible, un recipiente alegórico de todas las maldades sobre el que Ahab y el resto de marineros del Pequod proyectan tantos miedos.

Moby Dick o la ballena

$57.900,00
Moby Dick o la ballena $57.900,00
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Herman Melville, Andrés Barba , Gabriel Pacheco
Moby Dick o la ballena
Sexto Piso Editorial

Páginas: 760
Formato: 170 mm x 240 mm
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 9788415601432

«Llamadme Ismael», el célebre íncipit de la obra maestra de Melville, actúa ya como un hechizo, la lectura se sucede como una fiebre. Junto a Ismael y el arponero Queequeg, el lector entra a formar parte de la tripulación del Pequod y se ve lanzado a una búsqueda demoníaca e insomne hasta los confines del mundo, una búsqueda que es a la vez aventura y maldición, y cuyos polos son Ahab y Moby Dick —la Ballena Blanca—, dos figuras atractivas, poderosas, complementarias: por un lado, el sombrío capitán, mutilado, con el alma desgarrada por la sed de venganza a quien no le importa empujar a sus hombres a una caza encarnizada, infatigable, obsesiva, aunque el precio a pagar sea el más alto; y por el otro, Moby Dick, ese cachalote espectral, escurridizo e invencible, un recipiente alegórico de todas las maldades sobre el que Ahab y el resto de marineros del Pequod proyectan tantos miedos.