Vladislav Jodasévich, Ricardo H. Herrera
Necrópolis
Huesos de Jibia - HDJ

Páginas: 201
Formato: 14,5 x 21 cm.
Peso: 0.28 kgs.
ISBN: 9789871586974

A la altura de Memoria de los portéis de los lagos de Thomas De Quincey, igualmente lúcido, se sitúa Necrópolis de Yladislav F. Jodasévich. Pocos libros ponen en evidencia un vínculo tan profundo con la poesía y los poetas de su tiempo. Releí Necrópolis muchas veces a lo largo de los últimos veinte años, siempre con el mismo placer, siempre con el mismo asombro por la inteligencia y la sensibilidad de su autor. Al igual que De Quinccy, Jodasévich no es un observador neutral. Por el contrario, todo su ser está empeñado en la aventura de animar la presencia de diez seres desaparecidos que provocaron tanto su admiración como su piedad. Observándolos detenidamente -con la frialdad que suscita el desacuerdo, con la calidez que infunde el afecto-, su técnica de retratista lo convierte indirectamente en la más notoria personalidad de su galería de raros: un hombre que intenta controlar sus pasiones, pero que continuamente se sirve de ellas para darle una vibración de vida a una época que para él mismo era casi inasible cuando se propuso abarcarla. Es esa incómoda parcialidad, asumida por Jodasévich como un componente inevitable de cualquier visión veraz, lo que le otorga un impresionante vigor a sus retratos de los más desconocidos y más reconocidos hombres de letras de un momento brillante de la literatura rusa, el del auge del simbolismo a comienzos del Siglo XX. Ricardo H. Herrera VLADISLAV E JODASEVICH Moscú, 1886 - Paris, 1939 Vladislav Feliciánovich Jodasevich nació en el seno de una familia aristocrática, de origen polaco, Emprendió la carrera de Filologia clásica en la Universidad de Moscú, que abandonó al descubrir su vocación literaria, Comenzó a escribir poesía desde muy joven, frecuentando a los integrantes más destacados del simbolismo ruso y de la llamada “Edad de Plata" En 1922, a instancias de Gorki, Jodasevich resolvió dejar su patria y emigrar a Italia junto con su mujer, Nina Berberova; pasó luego a Paris, para instalarse definitivamente en Berlin, donde con el tiempo descollaría como una de las figuras más señeras en el pintoresco ambiente de la emigración rusa. Asimismo, durante los primeros años berlineses, escribió sus dos libros de poesía más reconocidos: La liva pesada (1923) y La noche europea (1927). Eminente poeta y crítico literario, cronista exquisito de su época, Jodasevich dejó una profusa obra ensayistica, que aún no ha sido debidamente valorada. Acerca del autor, cuenta Nabokov en su autobiografia: "llegue a sentìr un gran cariño por este hombre amargo, forjado con ironia y con un talento metálico, y cuyos poemas eran una maravilla tan compleja como los de Tiuchey o Blok"

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ISBN: 9789871586974

A la altura de Memoria de los portéis de los lagos de Thomas De Quincey, igualmente lúcido, se sitúa Necrópolis de Yladislav F. Jodasévich. Pocos libros ponen en evidencia un vínculo tan profundo con la poesía y los poetas de su tiempo. Releí Necrópolis muchas veces a lo largo de los últimos veinte años, siempre con el mismo placer, siempre con el mismo asombro por la inteligencia y la sensibilidad de su autor. Al igual que De Quinccy, Jodasévich no es un observador neutral. Por el contrario, todo su ser está empeñado en la aventura de animar la presencia de diez seres desaparecidos que provocaron tanto su admiración como su piedad. Observándolos detenidamente -con la frialdad que suscita el desacuerdo, con la calidez que infunde el afecto-, su técnica de retratista lo convierte indirectamente en la más notoria personalidad de su galería de raros: un hombre que intenta controlar sus pasiones, pero que continuamente se sirve de ellas para darle una vibración de vida a una época que para él mismo era casi inasible cuando se propuso abarcarla. Es esa incómoda parcialidad, asumida por Jodasévich como un componente inevitable de cualquier visión veraz, lo que le otorga un impresionante vigor a sus retratos de los más desconocidos y más reconocidos hombres de letras de un momento brillante de la literatura rusa, el del auge del simbolismo a comienzos del Siglo XX. Ricardo H. Herrera VLADISLAV E JODASEVICH Moscú, 1886 - Paris, 1939 Vladislav Feliciánovich Jodasevich nació en el seno de una familia aristocrática, de origen polaco, Emprendió la carrera de Filologia clásica en la Universidad de Moscú, que abandonó al descubrir su vocación literaria, Comenzó a escribir poesía desde muy joven, frecuentando a los integrantes más destacados del simbolismo ruso y de la llamada “Edad de Plata" En 1922, a instancias de Gorki, Jodasevich resolvió dejar su patria y emigrar a Italia junto con su mujer, Nina Berberova; pasó luego a Paris, para instalarse definitivamente en Berlin, donde con el tiempo descollaría como una de las figuras más señeras en el pintoresco ambiente de la emigración rusa. Asimismo, durante los primeros años berlineses, escribió sus dos libros de poesía más reconocidos: La liva pesada (1923) y La noche europea (1927). Eminente poeta y crítico literario, cronista exquisito de su época, Jodasevich dejó una profusa obra ensayistica, que aún no ha sido debidamente valorada. Acerca del autor, cuenta Nabokov en su autobiografia: "llegue a sentìr un gran cariño por este hombre amargo, forjado con ironia y con un talento metálico, y cuyos poemas eran una maravilla tan compleja como los de Tiuchey o Blok"